
Está claro que la lealtad política o, al menos, la firmeza ideológica de algunos concejales pasa mucho más por su conveniencia circunstancial más que por una visión del mundo que hace que los proyectos con uno u otro sean irreconciliables. Ejemplos así han abundado en la historia reciente de la institucionalidad necochense, aunque pocos han llegado a presentar el nivel de desparpajo de los que sucedieron recientemente con la salida de tres concejales del bloque oficialista de Nueva Necochea.
Es que no hay forma de explicarlo de manera plausible más que por la propia conveniencia y los actos lo confirman: dos de los tres concejales que dejaron el bloque de Nueva Necochea eran figuras importantes para el intendente Arturo Rojas en el Concejo, con participaciones claves, que "sonaban" convincentes, y que apuntalaron sin miramientos el relato oficialista al que ahora mismo le dan la espalda. Se trata del ex presidente del HCD, Guillermo Sánchez; y el concejal presidente de la Comisión de Política Económica, Bartolomé Zubilaga.
Creando su propio bloque "filo libertario", con apoyo de operadores foráneos, los concejales alegaron desacuerdos con la conducción de Nueva Necochea (el intendente Rojas), cuando este se vio en la obligación institucional de acompañar al gobernador Axel Kicillof en el lanzamiento de su movimiento político: el intendente necesita facilitar a como de lugar el flujo de la mayor cantidad de recursos que sea posible y sin ninguna clase de apoyo del gobierno nacional, el distrito depende mucho de la pleitesía de La Plata.
En el fondo, cada concejal tiene sus propias motivaciones. Por ejemplo, mucho se habló de las intenciones de Guillermo Sánchez de ganar una postulación quizá para intendente en 2027, algo que él mismo negó la semana pasada en declaraciones a la prensa señalando que ni siquiera tiene partido político propio. De cualquier modo, el ordenamiento de las listas puertas adentro de Nueva Necochea ya ha hecho cierto ruido, por lo que en última instancia los desacuerdos para las candidaturas podrían tener más que ver con el alejamiento de Sánchez de lo que las partes están dispuestas a reconocer.
Por su parte Zubillaga, de fuerte vínculo con el sector agroexportador, está en contra de la tasa portuaria que Rojas insiste en comenzar a cobrar y, a pesar de haber sido el principal defensor y promotor de los sucesivos aumentos de tasas municipales durante 5 años, hoy se presenta como un enemigo del cobro... sobre todo de lo que sus propios negocios deberán pagar.
Durante la revisión de cuentas celebrada en el HCD semanas atrás, Zubillaga y Sánchez intentaron encabezar una andanada de críticas cuando todavía tenían las bancas de Nueva Necochea calentitas, recién abandonadas. Las críticas no surtieron mayor efecto, aunque significaron el comienzo de un intento de vaciamiento de poder sobre el Ejecutivo, que antes gozaba con una importante mayoría en el HCD y que permitía precisamente que sus concejales impusieran los deseos del intendente actuando más como "escribanos" que como contralores.
Y ese vaciamiento ha tocado ahora su punto máximo: Sánchez no renunció a su banca sino a la presidencia del cuerpo. En esta ocasión ni siquiera se reiteró el debate que siempre se plantea cada vez que un concejal abandona un partido y retiene la banca (hay quienes dicen que renunciar al partido debiera ser motivo de renuncia a la banca). Lo que sí sucedió es que el que debiera ser reemplazo de Sánchez es Zubillaga, que también participa en el "vaciamiento de poder" del intendente en el HCD.
Es que Zubillaga, como primer vicepresidente del cuerpo, debiera asumir la presidencia, aunque no podría hacerlo porque como parte de su movimiento incluyó un extenso pedido de licencia que podría tenerlo afuera del concejo hasta principios de junio. Es decir: quienes fueran dos de los concejales más importantes de Nueva Necochea, presidente y vicepresidente del HCD, renunciaron al partido y no cubrirán sus puestos, por lo que la presidencia quedó a cargo del segundo vicepresidente, el concejal Mariano Valiante.
Este martes 29 a las 11 de la mañana se celebrará en el Concejo Deliberante una sesión para tratar la renovación de las autoridades del cuerpo legislativo en caso de ser necesario, aunque por ahora la línea sucesoria dicta que el presidente es Valiante. En nel camino, los antes ultraoficialistas ahora se paran como férreos opositores e intentan provocar un vacío de poder en el cuerpo. ¿Será eso de lo que habló el intendente Arturo Rojas sobre un plan para desestabilizarlo?