La Libertad Avanza (LLA), el espacio político que irrumpió con fuerza en la escena nacional de la mano de Javier Milei, atraviesa un momento de fuerte tensión interna en la provincia de Buenos Aires. En Junín, una pelea entre referentes locales terminó por desatar una crisis que derivó en la renuncia del jefe del PAMI local, Alberto Pascual, y expuso la creciente fragmentación del espacio libertario.
El conflicto se disparó tras la expulsión de Marina Biagetti, una reconocida militante de LLA en Junín que responde al sector denominado "Las Fuerzas del Cielo", liderado por el influencer Daniel Parisini, más conocido en redes sociales como “El Gordo Dan”. El grupo también mantiene vínculos estrechos con el joven diputado provincial Agustín Romo.
Biagetti fue desplazada por Pascual, quien es señalado como referente de otro sector interno: el que responde al armador bonaerense Sebastián Pareja, operador de máxima confianza de Karina Milei, hermana del Presidente y principal figura en la organización partidaria a nivel nacional. La medida generó revuelo dentro del partido, y no tardaron en llegar las represalias.
Redes sociales, amenazas y un final cantado
La tensión escaló cuando Biagetti difundió capturas de los mensajes en los que se le notificaba su expulsión del espacio local, generando una ola de apoyo entre militantes y dirigentes afines a “Las Fuerzas del Cielo”. Rápidamente, “El Gordo Dan” intervino públicamente y advirtió que tomaría medidas para revertir la situación, dejando en claro que su grupo no aceptaría imposiciones.
Pocos días después, Pascual presentó su renuncia a la conducción del PAMI en Junín. Aunque oficialmente no se dieron explicaciones detalladas, fuentes cercanas a la gestión libertaria confirmaron que se trató de una decisión estratégica para frenar la escalada de la interna. La intervención directa de sectores nacionales refleja el grado de tensión que alcanzó el conflicto.
Un reflejo de las tensiones provinciales
Lejos de ser un hecho aislado, lo ocurrido en Junín pone en evidencia una disputa de poder que recorre toda la estructura de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires. El partido, aún en proceso de consolidación territorial, enfrenta desafíos para ordenar sus liderazgos y definir criterios de representación.
Por un lado, el ala cercana a Karina Milei y Sebastián Pareja busca disciplinar a la militancia y garantizar un esquema vertical, alineado con los objetivos del oficialismo nacional. Por otro lado, emergen grupos más autónomos, como el de Parisini y Romo, que apuestan a una construcción política más federal y menos centralizada.
La pregunta que se impone es si Javier Milei logrará mantener unido su espacio ante una serie de tensiones que, a medida que se acercan los comicios legislativos, podrían transformarse en verdaderas fracturas.
Un año clave para el armado libertario
Con la mira puesta en las elecciones de medio término, La Libertad Avanza necesita mostrar cohesión y fortaleza en su armado bonaerense, especialmente en distritos donde no cuenta con estructuras consolidadas. Sin embargo, los recientes episodios muestran que la construcción interna está lejos de ser estable.
Junín se convierte así en el escenario de una pulseada que trasciende lo local. La disputa entre las facciones libertarias podría replicarse en otros municipios si no se define con claridad el rumbo y la forma en que se resolverán las diferencias internas.
Por ahora, el fuego amigo arde con fuerza dentro de las filas libertarias, y la pelea por el control del partido recién comienza.