
De la mano de la IA y la criptografía, el mundo está a un paso de una verdadera revolución que va a cambiar completamente todos los procesos, acelerándolos y aportando mayores niveles de eficiencia que hacen que aquellas empresas y comercios que no incorporen estas tecnologías, se queden atrás para finalmente desaparecer.
Un ejemplo de esa irrupción de la tecnología para el mejoramiento integral de los procesos se ve en el área logística de las empresas dedicadas al comercio internacional. Lucas Bianchi, CEO y fundador de Interborders, compañía que gestiona grandes almacenes en AMBA, advierte que la adopción masiva de la inteligencia artificial (IA) en la logística ya no es una opción, sino una exigencia para sobrevivir en el mercado global.
“Las tecnologías de análisis avanzado de datos transforman cada etapa de la cadena de suministro: desde la planificación de rutas hasta la gestión de almacenes”, afirma Bianchi.
Un informe de McKinsey & Company del 2021 respalda esta visión. Según el estudio, las compañías que integran IA en sus operaciones logran reducir sus costos operativos en un 15 %, incrementar la eficiencia del inventario en un 35 % y elevar sus niveles de servicio hasta en un 65 %. Estos números demuestran que el verdadero valor del Big Data surge cuando “los datos se convierten en decisiones”, en palabras de Bianchi.
Para el directivo de Interborders, la capacidad de anticipar disrupciones, comparar proveedores en tiempo real y trazar rutas más cortas y sostenibles es el factor diferenciador en un sector en el que “el tiempo de tránsito y la precisión son claves”. En su depósito de Malvinas Argentinas, la empresa ya gestiona más de 4 200 m² mediante un Sistema de Gestión de Almacenes (WMS), lo que les permite integrar información en tiempo real y minimizar errores operativos.
La implementación de estas herramientas no solo reduce costos, sino que también contribuye a la sostenibilidad: optimizar rutas y recursos ayuda a bajar la huella de carbono de cada envío. “Hoy, muchas decisiones logísticas ya no se basan solo en el costo inmediato, sino en la trazabilidad, la eficiencia energética y el cumplimiento normativo”, destaca Bianchi.
Sin embargo, el ejecutivo advierte que la adopción de IA es desigual en la región. Mientras países como Chile y Panamá avanzan con sistemas aduaneros digitalizados y seguimiento predictivo de embarques, numerosas pymes aún operan con procesos manuales y sin datos integrados. “El desafío es acortar esa brecha con inversiones estratégicas y acompañamiento técnico”, sostiene.
El auge de la analítica avanzada exige, además, un nuevo perfil profesional: especialistas que dominen tanto la logística como la ciencia de datos y el diseño de experiencias de usuario. Según Bianchi, “la capacitación permanente y la colaboración entre áreas técnicas y comerciales serán claves para consolidar modelos logísticos más inteligentes y orientados a resultados”.
En un entorno marcado por disrupciones globales y volatilidad geopolítica, las empresas que incorporen la IA y el Big Data en sus cadenas de suministro estarán mejor preparadas para competir, adaptarse y liderar. “El futuro de la logística no debe ser más veloz, sino más inteligente”, concluye Lucas Bianchi.