El Sindicato de Trabajadores de la Industria del Gas (Stigas) activó un plan de lucha contra la empresa Camuzzi Gas Pampeana, tras considerar “insuficiente y provocadora” la última oferta salarial en el marco de las negociaciones paritarias. El conflicto se centra en un aumento del 0,8% ofrecido para abril, cifra muy por debajo del 2,8% de inflación registrada ese mes.
Desde el gremio calificaron la propuesta como “un insulto” a los trabajadores del sector. “Nos ofrecen migajas mientras la inflación nos golpea mes a mes. Es una falta de respeto total”, señaló Ezequiel Serra, secretario general de Stigas en la región Costa Atlántica.
A través de un comunicado oficial, el sindicato dejó en evidencia la disparidad entre los ingresos de la empresa y la situación de sus trabajadores. “Camuzzi distribuyó dividendos por más de 60 mil millones de pesos entre sus accionistas, mientras mantiene sueldos congelados, estructuras operativas deterioradas y reducción de recursos esenciales”, detallaron.
“El contraste es brutal. Mientras ellos reparten fortunas, a quienes sostenemos el servicio con esfuerzo nos ofrecen un aumento que no alcanza ni para cubrir el transporte diario”, agregó Serra.
Stigas también advirtió que la empresa actualiza sus tarifas de manera mensual, lo cual le asegura ingresos constantes y previsibles. Sin embargo, esa actualización no se refleja ni en mejoras salariales ni en inversiones en infraestructura o equipamiento, aspectos que inciden directamente en la calidad del servicio y en la seguridad laboral.
“La situación ya no es sostenible”, afirmó el gremio. “No se trata solo del aspecto económico, sino de la seguridad. Todos los días trabajamos en condiciones de alto riesgo. Nuestra obligación es con la comunidad, pero también con nuestras familias y nuestra propia integridad física”.
Como parte del plan de lucha, Stigas informó que implementará medidas de fuerza que afectarán tareas técnicas, operativas y administrativas. Esta situación podría derivar en baja presión del suministro de gas y demoras en la atención de urgencias o reclamos técnicos por parte de los usuarios.
A pesar del conflicto, el sindicato aseguró que actuará “dentro del marco legal”, aunque advirtió que no descarta intensificar las acciones si la empresa mantiene su postura. El objetivo, remarcaron, no es perjudicar al usuario final, sino defender la dignidad laboral y la calidad del servicio.
“Queremos dejar algo claro: no estamos atacando a los usuarios, sino defendiendo un servicio que está en riesgo si no se respeta a quienes lo garantizan todos los días”, sostuvo Serra.
Para el dirigente sindical, este conflicto va más allá de una simple discusión salarial. “Está en juego el modelo de empresa que queremos construir. Esto se resuelve con voluntad política y justicia social. No pedimos privilegios, pedimos condiciones dignas y coherentes con la realidad económica del país”, concluyó.