La Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA) emitió este miércoles un comunicado en el que repudia los dichos del diputado nacional y economista liberal José Luis Espert, tras su participación en un panel realizado en uno de los auditorios del campus porteño de la institución. La universidad, que aclaró no haber sido organizadora del evento, calificó las expresiones del legislador como “agraviantes” y expresó su desacuerdo con el tono utilizado durante su intervención.
El pronunciamiento, firmado por el director de Relaciones Institucionales, Ignacio Tomé, surgió luego de la apertura de la XVII edición de la Cumbre Mundial de Comunicación Política, organizada junto con la Asociación Argentina de Consultores Políticos (ASACOP). Aunque la UCA no tuvo injerencia en la convocatoria ni en la curaduría del contenido, consideró necesario expresarse institucionalmente debido al uso del espacio y al carácter público de las declaraciones.
“La Pontificia Universidad Católica Argentina repudia las expresiones agraviantes realizadas por el diputado nacional José Luis Espert”, indica el texto oficial. Si bien no se detalló el contenido específico de los insultos, el repudio se enmarcó en los valores institucionales que promueve la casa de estudios, entre ellos, el respeto, la tolerancia y la convivencia democrática.
En línea con ese posicionamiento, la universidad retomó palabras pronunciadas por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, durante el Tedeum del pasado 25 de mayo. “Experimentamos que se está muriendo la fraternidad, se está muriendo la tolerancia, se está muriendo el respeto; y si se mueren esos valores, se muere un poco el futuro”, citó el comunicado, apelando a una reflexión colectiva sobre el deterioro del debate público.
El foro donde participó Espert se desarrolló bajo el lema “Participando todos proyectamos el futuro: de las raíces a los frutos”, con presentaciones de legisladores y asesores parlamentarios de distintos espacios políticos. Espert usó insultos de todo tipo para expresarse frente a la audiencia y no tardaron en llegar los abucheos.
A pesar de no haber tenido rol organizador, la universidad sintió la necesidad de marcar distancia ante la repercusión que generaron los dichos del diputado, en consonancia con su compromiso ético y educativo.