Desde este lunes 1° de julio rige un nuevo aumento en las tarifas de luz en la provincia de Buenos Aires. Así lo determinó el gobierno bonaerense a través de la Resolución N° 599/25 publicada en el Boletín Oficial. La medida afectará directamente el bolsillo de los hogares, con incrementos que se reflejarán en las próximas facturas.
El ajuste responde a dos factores clave: por un lado, el incremento del precio mayorista de la energía eléctrica, establecido por el Gobierno Nacional; y por otro, la actualización del Valor Agregado de Distribución (VAD), componente provincial que también influye en el precio final del servicio.
Según confirmaron desde el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense, el aumento promedio para usuarios residenciales será del 3%. Esto comenzará a verse reflejado en las boletas correspondientes a los consumos de junio y julio, es decir, impactará en las facturas que llegarán entre julio y agosto.
Para dimensionar el alcance de la suba, se estima que un usuario residencial de nivel N1 (ingresos altos) con un consumo medio pasará de pagar unos $38.600 a aproximadamente $39.800. En tanto, un usuario N2 (ingresos bajos) que abonó $24.400 en la última boleta, pagará alrededor de $25.300 con el nuevo cuadro tarifario.
Al igual que con el transporte público, el Ejecutivo provincial viene aplicando actualizaciones mensuales en distintos servicios públicos. En el caso de la energía eléctrica, los aumentos responden a políticas nacionales y provinciales que buscan recomponer costos en medio de un contexto inflacionario.
Este nuevo ajuste se suma a una serie de incrementos que vienen afectando a los hogares bonaerenses desde principios de año y que reflejan la tendencia a trasladar parte del costo del servicio al usuario final.