Quedó desierta la licitación de tragamonedas para el Casino: ¿Se prepara el terreno para un fabuloso negocio inmobiliario?

Este martes se conoció el dato: finalmente el llamado a licitación para concesionar máquinas tragamonedas en el Casino de Necochea ha quedado desierta, lo que ahora plantea un panorama de cambios para el futuro del complejo.

La licitación de las tragamonedas era una hito que el municipio había puesto como faro para determinar cuáles serán las acciones a seguir. Quizá se produzca un segundo llamado aunque por lo pronto no hay certezas, lo que mantiene atentos a los trabajadores del complejo, que vienen sosteniendo el funcionamiento del lugar y preservando sus fuentes de trabajo a pesar de las frecuentes intentonas de despachar todo el complejo luego de cerca de largos años de abandono por parte del estado municipal, responsable de cuidar el edificio como parte de su patrimonio.

La licitación de las máquinas era el paso que debía definirse para que en el municipio evaluaran de nuevo su intención de vender todo y permitir un desarollo inmobiliario en el lugar. En medio de la pandemia de CoVID19 del 2020 la gestión Rojas intentó forzar una venta "express" tras el incendio intencional ocurrido en el Teatro Auditorium del complejo.

El olor a "falsa bandera" del episodio (muy sospechoso que la Comuna tuviera un plan de venta armado a pocas semanas de un siniestro que, aunque resulte increíble, nunca fue investigado ni hallados a los culpables) hizo que agrupaciones de vecinos iniciaran una demanda judicial que terminó revelando que el municipio ni siquiera tenía la titularidad de los tres lotes sobre los que está instalado el complejo. La valuación de 3 millones de dólares que impuso el Estado Municipal resultó además irrisoria y fue tramitada de forma express para tratar de evitar cuestionamientos.

Otra cuestión a determinar es si efectivamente luego la Muni va a poder vender el espacio, dado que se trata de terrenos del Parque Miguel Lillo cedido en el marco del desarrollo de la actividad lúdica y no para viviendas como se plantea.

Desafortundamente el llamado a licitación quedó llamativamente desierto (vale decirlo, las tragamonedas son un negocio fabuloso a tal punto que cuesta creer que nadie se mostrara interesado sin que hubiera cierta intervención política); y ahora las posibilidades han quedado abiertas.

Al respecto, el ex concejal Alberto Esnaola, actualmente dirigiendo el Comité Radical Gabino Goicoechea, de Quequén, se refirió ayer en redes sociales a esta cuestión, cuyo tratamiento viene siguiendo desde hace años:

"Hoy se van a abrir los sobres en la Licitación sobre el juego lo que debiera impactar en el Casino de Necochea. Eso no va a suceder quedará desierta dicha licitación demostrando que nunca se puede atar el destino del Edificio del Complejo Casino al juego. Esta estrategia fue solo dilatoria y buscando un escape usado por el Intendente Arturo Rojas. Su único objetivo fue y será un negocio inmobiliario, cuando de vender patrimonio se trata es muy parecido al Pte Milei digresión aparte.

Seguimos sosteniendo desde el Comité de Quequén que debe demolerse el edificio y sostener la propiedad publica de las tierras. Todos los debates son válidos. Pero no la venta que será un negociado que continúa vaciando el Patrimonio Municipal".

Más allá de las críticas y observaciones, todo el proceso ahora mostrará alguna clase de avance, ya sea por un nuevo llamado o por la renovación del proceso de venta que tiene el intendente. Sin dudas en esta ocasión el Jefe Comunal necesitará otra clase de consensos mucho más fuertes que los que se forzaron en 2020: ahora la gente está en la calle, hay muchas formas de organización interesadas en el tema con capacidad de responder en caso de oponerse al proyecto y, sobre todo, el poder político del intendente muestra claros signos de agotamiento que no le dejan la fuerza suficiente para encarar proyectos de semejante envergadurea y tan determinantes para el distrito.