
Aunque todos sabemos que el hospital municipal de Necochea tiene múltiples limitaciones, principalmente porque con recursos locales tiene que atender a pacientes de toda la zona y lleva décadas con una financiación al límite, la actitud del gobierno nacional de imponer toda clase de recortes presupuestarios sin criterio sigue adelante en un proceso gradual de destrucción de lo público impulsado por el presidente Javier Milei sin más razones que la eliminación del Estado.
La noticia afecta seriamente a Necochea: PAMI decidió retirar las 10 mil cápitas para dar cobertura en el hospital municipal y se las entregó arbitraiamente a la única clínica privada que queda en la ciudad, aún cuando la clínica no cuenta con los recursos necesarios para dar a cobertura potencial.
El recorte generó fuertes reacciones, empezando por el Estado Municipal, y disparó algunas versiones circulantes: las relaciones entre el bloque de concejales libertarios que introdujeron a parte de su familia en cargos en el PAMI local prendieron las alarmas y ponen el foco sobre la ejecución disruptiva del recorte porque evidentemente las cápitas de PAMI hoy no pueden ser cubiertas por la clínica, por lo que el servicio quedará inevitablemente reducido al mismo tiempo que beneficia a un sistema privado cuyas inversiones han brillado por su ausencia.
A través de un comunicado oficial, el municipio expresó su preocupación por la situación:
La Municipalidad de Necochea expresa su profunda preocupación y firme rechazo ante una medida impulsada por la agencia regional de PAMI, dependiente del Gobierno Nacional, que implica una sustancial reducción de cápitas asignadas al Hospital Municipal Dr. Emilio Ferreyra para ser entregadas a un establecimiento privado. Esta determinación, efectiva a partir del 1 de agosto de 2025, impacta directamente en el bienestar y la calidad de atención de miles de adultos mayores de nuestro distrito, situándolos en una posición de vulnerabilidad.
El pasado 7 de julio, sin explicación alguna, la Municipalidad recibió una carta documento mediante la cual se le notifica la reducción de 10.000 cápitas de los módulos 69 y 35. Esta decisión, unilateral, inconsulta y carente de justificación, confirma el traspaso de una porción significativa de la atención de nuestros jubilados y pensionados a la clínica privada Cruz Azul.
El Intendente Arturo Rojas y su equipo de salud manifiestan su más enérgico repudio a esta medida. Su preocupación se fundamenta en la capacidad de respuesta del efector privado al que se le transfieren estas cápitas, dado que se observa una marcada insuficiencia en la atención, incluso con las 4.000 cápitas que posee actualmente.
Por el contrario, el Hospital Municipal ha mantenido un convenio capitado con PAMI desde el año 2005, el cual ha sido incrementando en sus cápitas sistemáticamente hasta alcanzar las 12.563 actuales, precisamente por las graves e innumerables problemáticas padecidas por los afiliados al PAMI en el sector privado
Resulta fundamental destacar que el efector privado en cuestión no dispone siquiera del 50% de las camas con las que cuenta el sistema público de salud, carece de la mayoría de las especialidades requeridas para un segundo nivel de internación y, en múltiples ocasiones, no posee médico de guardia. Esta preexistente realidad agrava la inquietud sobre la capacidad real de atención que podrá ofrecer frente al inminente sustancial aumento de afiliados.
Esta situación, sin lugar a dudas, repercutirá negativamente en la salud de más de la mitad de los afiliados de PAMI en nuestro distrito. Por ello, el Intendente Arturo Rojas declaró que empleará todos los recursos disponibles, tanto administrativos como legales, para revertir esta medida que desampara y pone en riesgo la vida de nuestros adultos mayores, exigiendo que PAMI garantice la salud de nuestros jubilados y pensionados brindándoles la cobertura que se merecen.