14/09/2025 - Edición Nº277

Necochea

Las 5 razones por las cuales mirar noticias en redes sociales es una muy mala idea

11/07/2025 09:56 |



Aunque más del 70% de los argentinos accede a noticias a través de plataformas como Facebook, Instagram o X (antes Twitter), diversos estudios y expertos coinciden en que las redes sociales no son el mejor canal para informarse de manera confiable. Desde desinformación y noticias falsas a la fata de contexto y la banalización de todas las cosas, las redes sociales ya son prácticamente un medio de entretenimiento y distracción donde la información real es apenas un detalle dentro del contenido ofrecido.

Según el Informe Digital News Report 2024 del Instituto Reuters (Universidad de Oxford), los usuarios están cada vez más expuestos a desinformación, noticias sesgadas y algoritmos que priorizan el impacto emocional por sobre la veracidad. A continuación, cinco razones por las cuales no conviene consumir noticias exclusivamente por redes sociales:

1. Desinformación y noticias falsas

Una de las principales amenazas es la proliferación de contenido engañoso o directamente falso. “Las redes sociales son terreno fértil para la desinformación porque no hay control editorial”, señala Martín Becerra, investigador del CONICET y especialista en medios. A diferencia de los medios periodísticos tradicionales, donde hay verificadores y editores que revisan la información, en redes cualquiera puede difundir contenido sin respaldo ni chequeo.

Según el Observatorio de la Desinformación y la Violencia Simbólica en Medios y Plataformas Digitales (NODIO), durante el año electoral 2023 se detectaron más de 250 campañas de fake news viralizadas en plataformas sociales.

2. Sesgo de confirmación y burbujas informativas

Las redes sociales tienden a mostrar contenidos afines a nuestras creencias, reforzando el llamado "sesgo de confirmación". Esto impide el acceso a miradas diversas y empobrece el debate público. “Los algoritmos priorizan lo que te gusta, no lo que necesitás saber”, afirma la periodista y docente Adriana Amado.

Esta dinámica da lugar a burbujas informativas, donde los usuarios sólo ven versiones parciales de la realidad. Como resultado, se reduce la capacidad crítica y se debilita la noción de hechos objetivos compartidos.

3. Falta de contexto y profundidad

El diseño mismo de las plataformas —brevedad, impacto visual, interacción instantánea— favorece la viralización de titulares, memes o frases sacadas de contexto. Las redes castigan la profundidad en favor de lo inmediato. "En redes, una noticia es apenas un estímulo, no una explicación", explica Pablo Boczkowski, profesor en Northwestern University y autor del libro Abundancia.

Esto puede generar malinterpretaciones, simplificaciones excesivas o incluso manipulaciones intencionadas.

4. Manipulación algorítmica y priorización del entretenimiento

Lo que vemos en redes sociales está determinado por algoritmos cuya lógica no busca informar, sino maximizar el tiempo de permanencia del usuario. Esto significa que las publicaciones que generan enojo, sorpresa o risa tienen más visibilidad que aquellas que ofrecen datos contrastados.

“El problema es que los algoritmos privilegian lo viral antes que lo verdadero”, advierte el sociólogo español Manuel Castells. La consecuencia es una “infoentretenimiento que pone en riesgo el rol social del periodismo.

5. Debilitamiento del periodismo profesional

Al consumir noticias en redes sin distinguir la fuente, se erosiona el valor del periodismo profesional, aquel que chequea, investiga y se hace responsable de lo que publica. Esto contribuye a la crisis de sostenibilidad económica de los medios y favorece la precarización de la información. “Si no pagamos por información de calidad, terminamos consumiendo lo que otros quieren que creamos”, advirtió sobre este tema el periodista Hugo Alconada Mon (La Nación).

Si bien las redes sociales pueden ser una puerta de entrada a la actualidad, los expertos coinciden en que no deben ser el canal exclusivo para informarse. La recomendación general es acudir a medios profesionales, verificar la procedencia de lo que consumimos y combinar diferentes fuentes para construir una mirada más completa, crítica y confiable del mundo.