
En una inédita sesión del Senado, la oposición logró una victoria contundente al aprobar una ley que prevé un incremento del 7,2 % en jubilaciones y pensiones, junto con un aumento del bono de $70.000 a $110.000 y la reinstauración de la moratoria previsional por dos años. La votación se definió con una amplia mayoría opositora: 52 votos a favor y 4 abstenciones.
La sesión, impulsada por un bloque multipartidario que incluyó gobernadores, kirchneristas y otros grupos provinciales, también aprobó medidas de emergencia para personas con discapacidad y fondos para provincias, en una muestra de respaldo político y territorial
El presidente Javier Milei respondió de inmediato, calificando la sanción como un “intento de golpe institucional” y anunciando un veto total a la ley Desde la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, aseguró:
“…vamos a vetar. Y si el veto se cae, lo vamos a judicializar”
Además, consideró que esta jugada legislativa podría erosionar la disciplina fiscal que busca sostener, y presagió una disputa jurídica en caso de que el Congreso intente revocar su veto.
Victoria Villarruel, vicepresidenta y presidenta del Senado, fue tratada por Milei como “traidora” por habilitar la sesión sin oposición
La posición unificada del bloque opositor —que no admite a los “de la casta” ni a los “degenerados fiscales”, en palabras de Milei— evidencia una clara fractura dentro del oficialismo.
Denuncias públicas contra el kirchnerismo califican la sesión como “golpe”, pero también se generaron llamados a la violencia desde sectores alineados con el Ejecutivo, en redes sociales, lo que derivó en denuncias por incitación .
Promulgación del veto: Milei firmará el veto, frenando por ahora los aumentos.
Posible invalidación por parte del Congreso: se necesitarán dos tercios en ambas cámaras —48 senadores y 142 diputados— para derribar el veto.
Litigio judicial: si el veto es rechazado, el Gobierno anticipó que recurrirá a la Justicia para frenar la normativa
Impacto en la campaña de octubre: Milei espera convertir la pulseada en un arma electoral y vislumbrar un triunfo que reordene el Parlamento a su favor .
Senador Mariano Recalde (UP) defendió la medida como “un alivio para la difícil situación que viven jubilados y pensionados”.
Milei, en tono combativo, reiteró que mantendrá su política de superávit fiscal “a toda costa” y que cosechará respaldo electoral en octubre.
El Senado avanzó con una agenda social-solidaria, priorizando a jubilados, discapacitados y provincias, y exhibió una oposición cohesionada frente al oficialismo. El presidente Milei respondió con veto presidencial y planea judicializar el conflicto si el Congreso no convalida su decisión. Toda esta batalla se enmarca en el escenario previo a las elecciones legislativas de octubre, donde ambos sectores buscarán refrendar sus proyectos de país: austeridad fiscal versus ampliación del gasto social.