03/08/2025 - Edición Nº235

Argentina

Caputo relativiza la suba del dólar y culpa al “riesgo K”: ¿Desviación discursiva o fracaso económico?

01/08/2025 11:40 |



Luis “Toto” Caputo, actual ministro de Economía y uno de los principales arquitectos del plan económico libertario, volvió a desestimar la inestabilidad cambiaria. En una reciente entrevista en el streaming libertario Carajo, afirmó que el salto del dólar “no es nada que nos preocupe”, adjudicando la volatilidad a un supuesto “riesgo kuka” generado por la posibilidad de un regreso del kirchnerismo.

Pero, ¿es realmente una simple cuestión de percepción política o estamos frente a señales claras de que el modelo económico no está cumpliendo con sus propias promesas?

Inflación persistente, dólar en alza y una economía que no reacciona

A ocho meses de gestión, las variables centrales no sólo no mejoraron, sino que en varios casos empeoraron. La inflación, si bien desaceleró respecto de los picos iniciales, continúa en niveles muy altos. El dólar paralelo sigue subiendo y vuelve a presionar precios. La actividad económica muestra señales de recesión y la pobreza crece.

A pesar de esto, Caputo insiste en que todo está bajo control y que lo que sucede “ya ha pasado” y “no es estructural”. Sin embargo, lo estructural parece justamente ser la falta de reacción de la economía real frente a las medidas del Gobierno. ¿Hasta cuándo se podrá sostener este discurso?

Culpas externas y eludir responsabilidades

El concepto de “riesgo kuka” —una especie de fantasma discursivo repetido por la gestión Milei— ya parece más un recurso comunicacional que una explicación sólida. Culpar a actores políticos externos por la desconfianza del mercado es una forma de eludir responsabilidades propias.

Si el modelo económico es tan robusto como se plantea, debería ser capaz de ofrecer certidumbre más allá de lo que digan o hagan otros actores políticos. Pero esa certeza, a la luz de los resultados, todavía no aparece.

Libre flotación del tipo de cambio: en los papeles, sí; en la práctica, no tanto

Caputo defendió el régimen de flotación del tipo de cambio y aseguró que el Banco Central sólo interviene en los extremos del corredor. Sin embargo, el mercado sigue condicionado por señales contradictorias y una falta de reglas claras.

La teoría del “si sube, que suba; si baja, que baje” choca con un contexto donde el Estado interviene con discrecionalidad, mientras se insiste con una narrativa de libre mercado. La tensión entre el dogma libertario y la realidad económica se vuelve cada vez más evidente.

El FMI y las reservas: logros relativos en medio de una economía frágil

El ministro celebró la aprobación de la primera revisión del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y destacó compras de dólares por parte del Tesoro. Sin embargo, ese resultado tiene un costado poco celebrado: la retracción del consumo interno, la caída de importaciones y una economía más fría. En otras palabras, se acumulan reservas, pero a costa de la actividad productiva.

Además, el cambio en el cronograma de acumulación de reservas, lejos de ser un éxito, evidencia que las metas originales eran inviables. El mercado no ignora estas señales, por más que se intente camuflar el ajuste.

Las declaraciones de Caputo refuerzan una estrategia comunicacional que busca minimizar problemas profundos atribuyéndolos a factores externos. Pero el mercado no responde a fantasmas ideológicos, sino a hechos concretos: inflación que no cede, tipo de cambio inestable, caída del consumo y una economía que no encuentra rumbo.

El discurso puede calmar a una parte de la audiencia afín, pero difícilmente convenza a quienes ven que la heladera está más vacía, los precios más altos y el futuro cada vez más incierto.