El asunto está en la agenda nacional y ebulle con fuerza creciente en Necochea con la protesta de los estudiantes agrupados en distintas áreas del predio Jesuita Cardiel, donde funcionan diferentes formaciones terciarias.
Sucede que en los últimos días comenzaron a registrarse distintos hechos de inseguridad que vuelven a poner de manifiesto una situación recurrente en el lugar: la inseguridad y el estado de abandono de ciertas áreas del predio. La semana pasada se registraron robos en coches de profesores estacionados y en el año varios alumnos sufrieron el robo de sus bicicletas.
"No hay luces y hace meses que tenewmos los baños perdiendo agua, es todo abandono", se quejó al pasar un estudiante que envió la convocatoria de la marcha a Cuatro Vientos. El reclamo de los estudiantes que concurren diariamente al predio es histórico y recurrente: las instalaciones de las escuelas están en un lugar apartado sobre la margen necochense del Río Quequén y sin una adecuada iluminación se convierte en una "boca de lobo" que ya ha posibilitado episodios lamentables en el pasado.
En ese marco los estudiantes están convocando a sus compañeros a plegarse a una marcha que reclame por la situación del rpedio por un lado y, para rechazar públicamente el veto a la ley de financiamiento de las universidades.
La "Marcha Federal Universitaria" está siendo convocada por estudiantes de nivel terciario por todo el país: en lo que va de la gestión MIlei los docentes universitarios perdieron el casi 90% del poder adquisitivo de sus salarios. Empeorando todo, cuando el Congreso contempló mayoritariamente la situación y propuso una ley para contener la emergencia provocada por los recortes, Milei vetó la norma en nombre de no cambiar el rumbo que permite su negocio con el "carry trade".
Los estudiantes en Necochea se convocarán desde las 16 horas este miércoles 17 de septiembre en la Plaza Dardo Rocha, en el mástil frente al Palacio Municipal (56 entre 59 y 61). LA comvocatoria es organizada por los gremios universitarios ATUNCPRA, ADUNCe, FUCBA y trabajadores de UNICEN