El entrenador de Boca, Miguel Ángel Russo, fue dado de alta tras haber estado en observación producto de un cuadro de deshidratación.
El DT encendió las alarmas cuando se acercó a la Clínica Fleni y, en medio de un control de rutina, se le detectó un cuadro de deshidratación, motivo por el cual los médicos decidieron dejarlo internado en observación para monitorear su evolución.
Tras varias horas en las que presentó notables mejorías, Russo fue dado de alta y volvió a su casa, con su familia. Los médicos ahora evalúan si podrá dirigir la práctica de mañana en el predio que Boca tiene en Ezeiza o si deberá tomarse algunos días para recuperarse.
Debido a su salud, el club resolvió que el entrenador se haga presente cuando se sienta bien, tanto en entrenamientos como en partidos, y así evitar una sobre exigencia. Mientras tanto, los jugadores trabajan bajo el mando de Claudio Úbeda y Juvenal Rodríguez.
Hace 15 días, el entrenador había estado internado durante algunos días por una infección urinaria, que lo mantuvo alejado de la actividad en Boca y fueron sus ayudantes quien llevaron adelante al equipo.