Investigaciones relacionadas a la salud cardiovascular han detectado, recientemente, que los arándanos son un buen alimento a la hora de mantener en equilibrio la presión arterial y la azúcar en sangre.
Los investigadores a cargo de estos hallazgos, han revelado que esta fruta tiene un alto potencial como aliado en la prevención de problemas cardiovasculares y de metabolismo.
Hasta hace algunos años, los arándanos eran vistos como simples acompañamientos dentro del mundo culinario, algo que con el paso del tiempo mutó y se convirtieron en objetos de estudio de la salud cardiovascular.
En el caso de los adultos, el consumo regular de arándanos puede ayudar a reducir tanto la presión arterial sistólica como la diastólica. El paper publicado en The Journals of Gerontology señala que la ingesta diaria de arándanos logró disminuir la presión sistólica cerca de 5 mm Hg, un cambio clínicamente relevante para la prevención de enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
Este efecto positivo se extiende a hombres y mujeres de distintos grupos etarios cuando integran los arándanos en el marco de una alimentación saludable.
Lo saludable de estos alimentos se explica en su riqueza en antocianinas y otros compuestos fenólicos, reconocidos por sus propiedades antioxidantes y vasodilatadoras. Los estudios destacan dos mecanismos esenciales:
Estos mecanismos explican por qué una dieta rica en arándanos apoya la salud vascular y previene la progresión de la hipertensión.