La policía de Río de Janeiro llevó adelante, esta tarde, el operativo contra el narcotráfico más grande en la historia de esa ciudad, donde se vivieron momentos de extrema tensión, con escenas propias de una guerra. La redada dejó un total de 64 muertos, según informan los medios de ese país.
El megaoperativo tuvo como objetivo desbaratar la organización narco Comando Vermelho, una de las bandas criminales más poderosas de Latinoamérica, con participación en muchos países de Sudamérica, incluido Argentina.
Los procedimientos tuvieron lugar en los complejos de Penha y de Alemão, dos populosos conjuntos de favelas de Río, en la zona norte de Río, según la Policía Civil. Unas 81 personas fueron detenidas y, entre los muertos, hay cuatro policías.
Los narcos dieron batalla contra los uniformados y hasta utilizaron drones artillados para resistir los operativos. Este tipo de procedimientos, a menor escala, son frecuentes en las favelas de Río de Janeiro, donde se registran duros tiroteos entre la Policía y los delincuentes.
“Más de 200.000 residentes siguen afectados por escuelas cerradas, autobuses desviados y unidades de salud con servicios suspendidos”, indicó la asamblea legislativa del estado.
Del operativo participaron unos 2.500 uniformados, quienes tuvieron como misión impedir “la expansión territorial del Comando Vermelho”, la mayor organización criminal de la ciudad brasileña, informó el Gobierno estatal.
Cuando se iniciaron los tiroteos, muchos habitantes de las favelas quedaron en medio del fuego cruzado, por lo que tuvieron que evacuarse o refugiarse en sus viviendas.
La operación causó disrupciones en la ciudad, con vías centrales completamente cerradas o bloqueadas. Presuntos miembros de la banda bloquearon caminos en el norte y sureste de Río en respuesta a la redada, informaron medios locales. Al menos 50 autobuses fueron secuestrados y utilizados en los bloqueos, dijo la organización de autobuses de la ciudad, Rio Onibus.
También, en las favelas donde se desarrolló el operativo, se instalaron barricadas para impedir el paso de la Policía y hubo feroces tiroteos entre los uniformados y los delincuentes.
El gobernador del estado de Río de Janeiro, Cláudio Castro, calificó la operación como “la mayor” realizada contra el Comando Vermelho, que junto con el Primer Comando de la Capital (PCC) es una de las más activas bandas del narcotráfico de Brasil.
Castro aclaró que la operación aún continúa y que el balance ofrecido es parcial, con lo que sugirió que podría haber más víctimas y detenidos.