Dos asesinatos en Necochea en menos de diez días: el primero, un joven adolescente en una pelea con otro menor de edad frente al Casino; y el otro, una mujer mochilera, atacada por su pareja en el camping Miguel Lillo y enterrada a pocos metros debajo de los siempreverdes del Lago de los Cisnes. Un menor y una mujer, ambos a la vista de todos. Desde luego, las estudiantes del Complejo Jesuita Cardiel quieren estudiar sin miedo.
Con esos episodios lacados en la memoria colectiva, los reclamos de las estudiantes intensifican su volumen por razones obvias: la mayoría del estudiantado son mujeres jóvenes que deben ir a cursar por la noche a un predio al borde del río que no tiene iluminación, está lleno de áreas peligrosas y sigue sumando robos, vandalismo y episodios. El miedo de las jóvenes moviliza la acción y luego de dos cortes de la avenida Jesuita Cardiel en las últimas semanas, ahora el reclamo apunta al municipio.

Desde las 11:30 las estudiantes están convocandose frente al Palacio Municipal de calle 56 este viernes. "Este viernes 14 a las 11.30hs nos encontramos en la plaza frente a la municipalidad para seguir haciendo ruido: Queremos estudiar dignamente! ", llamaron en un comunicado de prensa. El reclamo no es nada impracticable y reclama justamente sobre los ejes que la Comuna propone como logros de su gestión:
- iluminación del predio dado que las LED's en el lugar están casi todas quemadas y las estudiantes mayormente cursan en horarios nocturnos
- cámaras de seguridad, como cualquiera de las cientos e cámaras que la Comuna dice que instaló por la ciudad y buscando prevenir robos y actos de vandalismo como los de hace unos días.
- mantenimiento, con erradicación de pastizales y áreas peligrosas;
- cercamiento para evitar el ingreso y egreso de personas al predio fuera de control
Todos los puntos se dirigen a la Comuna y son presentados por el discurso oficial como éxitos propios: el reclamo de las estudiantes no es por "más seguridad con más policía", sino siguiendo lo que propone el municipio de más iluminación, mejores servicios y obras de infraestructura.
El reclamo de las estudiantes ya se está haciendo crónico y llevan diez años con problemas similares: la situación produce episodios que despiertan la preocupación, reclaman, se brindan soluciones temporales, se abandona hasta el mantenimiento y vuelven los episodios, los reclamos y sigue la vuelta. En esta oportunidad las estudiantes ya cortaron dos veces la Avenida Jesuita Cardiel sin obtener respuestas y decidieron trasladar el reclamo al municipio.