02/12/2025 - Edición Nº356

Necochea

¿Que va a pasar con el Casino?: La trama secreta para "regalar" el complejo a un amigo del intendente

27/11/2025 11:00 |



Inusitadamente y con un atropello asombroso, la gestión del intendente Arturo Rojas está impulsando un nuevo intento de forzar la venta del Complejo Casino entre gallos y medianoches, casi sin debate y con una propuesta de subasta pública que intenta imponer antes que cambien las autoridades en el Concejo Deliberante, cuestión clave que busca conseguir algunos objetivos que estuvieron relegados por años y que ahora intenta conseguir justo antes que el HCD cambie la mitad de su composición.

Es que desde este martes la gestión ya informó de dos reuniones express en las que el secretario de Legal y Técnica del municipio, Ernesto Povilaitis, bajó al Concejo Deliberante para tratar de venderle la idea a los concejales: sin ofrecer publicamente ningún detalle importante sobre la propuesta, la gestión busca instalar un relato en el que gasta millones de pesos en mantenimiento y personal para el Casino para justificar la venta a través de una necesidad de ahorro, algo dificil de creer si se considera que desde 2020 el municipio ni siquiera ha removido vidrios rotos ni se tomó el trabajo de tapiar sectores de acceso vandalizados.

Para imprimir urgencia al asunto, el secretario Povilaitis intentó colar el bolo: según el funcionario, se gastan entre 10 y 25 millones de pesos en electricidad del complejo, lo que resulta dificil de creer si se considera que el predio está abandonado por el municipio y completamente a oscuras, excepto algunos fines de semana en los que funciona esporádicamente un piso de juegos. Además, la secretaria de Gobierno Paula Faramiñán (ladera de Povilaitis desde hace años) señaló la dudosa cifra de "5 o 6 personas" contratadas para cuidar el lugar todos los días de la semana las 24 horas del día.

El relato de los funcionarios quiere instalar el apuro para la venta que no tiene que ver con el estado de las cosas en el lugar, sino con las necesidades de la gestión del intendente Rojas para encontrar financiación: cortados los lazos con el gobierno nacional y forzado a una negociación con sus representantes en el Concejo a partir de diciembre (los libertarios tendrán la primera mayoría del HCD), la gestión busca recursos líquidos que no dependan de Milei o del gobernador.

En ese contexto, busca lanzar una licitación pública cotizando todo a un tercio del valor que se calculó en 2020, cuando la comisión tasadora formada por la gestión con distintas cámaras de profesionales estableció una valor de poquito más de 9 millones de dólares. Tal es la osadía que Povilaitis mostró (sin sonrojarse) que el piso de la subasta está en 3,25 millones de dólares.

Tal es la celeridad y opacidad del asunto que el Municipio no ha destinado ni una sola nota de prensa a informar de sus intenciones, lo que contrasta con sus intentos anteriores en los que el propio intendente daba conferencias de prensa reiteradas para explicar sus intenciones. Actualmente son sus funcionarios los que ponen la cara y hay una razón específica para esto: si los 9 millones de dólares sonaban a poco (solo el terreno valdría esa cifra), los 3 millones actuales suenan a entrega total... y más cuando se evalúan las condiciones que el municipio quiere darle a un oferente que ya tiene pautado de antemano.

Un antecedente reciente

Todo parece armado como para no dejar tiempo a ninguna reacción de oposición y aprovechando una composición del Concejo Deliberante que está de salida.

A su vez, no hay medios de comunicación informando acabadamente lo que está pasando, ni poniendo en perspectiva el contexto de la iniciativa, que la gestión impulsa aceleradamente para imponer su voluntad sin dejar tiempo a cualquier clase de debate: durante 6 años mostró el complejo abandonado para generar la molestia de los vecinos ante la situación y justificar la entrega por un precio irrisorio, una vieja estratagema que sólo es aplicable en una comunidad completamente desinformada y apática. 

Sucede que el método por el cuál el Ejecutivo busca conseguir su objetivo es repetido y ya se usó en 2022, cuando la Comuna tuvo que renovar el contrato de la recolección de basura y la gestión de apuro resultó en desastre y en un pasivo aún más grande para el municipio, con beneficios excedentes para la empresa concesionaria. 

A fines de diciembre, entre las fiestas de Navidad y Año Nuevo y cuando todos los vecinos estaban pendientes de la Selección Argentina de Fútbol que acababa de ganar el mundial de Qatar, la gestión introdujo la votación del nuevo contrato de la basura por décadas y reconoció a la empresa una deuda por mil millones de pesos por un servicio que no brindó y que ahora está contaminando las napas de agua de la ciudad. 

En aquella oportunidad, Povilaitis (que también mantiene estrechos vínculos con la empresa recolectora RELISA y ofició de abogado de la misma en diferentes cuestiones) consiguió que el municipio al que representa reconociera la deuda a la empresa a la que también representaba. Además, se establecía que menos de un año después de firmado el contrato debía estar terminada una planta de separación de residuos que al día de hoy, tres años después, es un galpón vacío que el intendente mostró en la última campaña electoral pero que está muy lejos de estar operativo. 

La deuda reconocida de cualquier modo quedó trabada por un reclamo judicial de Carlos Esbensen, dueño del campo donde actualmente se instala el basurero, que reclama que le devuelvan las tierras y lo indemnicen por el daño. En definitiva, la deuda se reconoció generando un déficit mayor al Municipio para pagar por un servicio que no recibió y acordando una obra que tampoco se hizo. Y este fracaso va camino a repetirse en sus propias características con el Casino.

La entrega

Según pudo averiguar Cuatro Vientos, hay una serie de factores ocultos tras el nuevo intento: con un piso casi ridículo, sin legitimidad del concejo para votar semejante proyecto y con los antecedentes mencionados, el panorama está dado para una entrega a un amigo de la gestión al que se le facilitarían todas las cosas del mismo modo que pasó con la basura.

En primer término, existe un oferente cuyo nombre trata de permanecer oculto por la gestión, dado que se trataría de un amigo íntimo del intendente Arturo Rojas.

Al igual que muchos otros datos opacos del proyecto, el nombre del oferente no se publica, aunque se sabe que es una persona vinculada a concesionarios de autos (que recientemente inauguró un fastuoso nuevo local cerca de la ribera del río Quequén) y al expendio de helados. 

"Es amigo íntimo del intendente, le quieren entregar todos los terrenos por una cifra que es un chiste y encima a pagar en cuotas", dijo una fuente cercana a la negociación que pidió reserva en su identidad. "Arturo necesita sí o sí conseguir plata porque ni Milei ni Kicillof le van a dar nada y está tratando de entregar todo por dos mangos", se lamentó la fuente.

La intención es generar un sistema de cuotas en dólares para el pago, lo que representa la mayor facilidad para el bien inmueble más costoso que tiene el municipio en su poder, que encima está completamente subvaluado. La iniciativa establece un paquete de modificaciones para cambio de zonificación primero que permita la construcción de edificios de hasta 15 pisos de altura en uno de los terrenos. Además, se ofrece una serie de facilidades para el oferente, como la excención de pago de tasas por los terrenos durante 20 años desde el momento de firma del boleto de compra venta.

Así las cosas, la gestión Rojas apura el trámite y pretende llevar el tema a votación sin siquiera dar tiempo a los concejales de analizar la propuesta, con un atropello característico de la improvisación y oportunidad, y siguiendo el patrón de opacidad que caracteriza todo lo vinculado a este tema por parte del municipio. Es sabido que ningún negocio que implique los bienes públicos sale bien cuando se hace de esta manera, tal como muestra el contrato de la basura impulsado por funcionarios de los que no se sabe si trabajan para la Comuna o el concesionario. Actualmente el municipio busca repetir el patrón con el Casino, algo que está tan viciado que probablemente lleve a un nuevo fracaso, con el costo que eso implicará para el erario público y con la entrega de un valioso patrimonio a precio de ganga.