De un momento a otro la Comuna desplegó el martes su proyecto para imponer la venta a precio de ganga del Complejo Casino y parece que ni siquiera le importa si los concejales quieren elaborar un poco más la cuestión: como cambia la composición y pierde los votos, el oficialismo quería que la subasta se trate este mismo viernes, con condiciones de entrega a precio irrisorio, aunque finalmente se postergó la sesión para el martes 2-12
Es que de los magros 9 millones de dólares que se tasaron en 2020 ahora solo quedan 3 y el Ejecutivo plantea seriamente entregar el Complejo por un tercio del valor que fue tasado inicialmente por especialistras que la propia Comuna convocó. No sólo eso, además estipula que el 75% del monto total se pague en 6 cuotas anuales y que el 25% restante se divida en un pequeño adelanto y el pago de comisiones al martillero.
La tasación está siendo normalizada por la propaganda oficialista mientras el Ejecutivo arrebata a la oposición tratando de hacer el tercer intento de venta express. Vale recordarlo, el primero y el segundo intento se cayeron porque la Secretaría de Legal y Técnica tuvo el mismo apuro por concretar la venta y olvidó que ni siquiera tenía todas las escrituras de lo que vendía. Además, intentó vender parte sustancial del patrimonio municipal sin hacer consulta popular como establece la ley.
Para esta nueva ocasión, el Ejecutivo tiene un amigo ansioso por quedarse con el negocio siempre y cuando le garanticen las facilidades: además de las cuotas anuales, las torres que quieren construir en el complejo no pagarán tasas por 20 años. El apuro en el tratamiento está más vinculado directamente a la oportunidad de negocio para financiar los últimos años de Rojas al frente del municipio más que a un criterio que observe el interés del público para vender su patrimonio.
Por segundo día consecutivo el secretario de Legal y Técnica Ernesto Povilaitis bajó a otra comisión del Consejo Deliberante para despejar algunas dudas y a pesar que los concejales expresaron múltiples observaciones, el oficialismo cerró la reunión dando despacho al expediente para que se tratara de cualquier modo en la sesión programada para este viernes. En sólo 4 días el oficialismo impuso el tratamiento de su proyecto de subasta y aunque quedaron muchos interrogantes por tratar, siguieron avanzando para votarlo a como de lugar.

Estuvieron presentes en la comisión los siguientes concejales: Jorge Martínez, Ruth Kalle, Gabriela Espinosa, Silvina Jensen Menna (NN); Rosario Roldan (ACT); Bernardo Amilcar, Bartolomé Zubillaga (AN); Rocio Mateo, Mauro Velázquez (FP); Mariano Valiante, Verónica Bibbo (LLA); Rodrigo Irigoyen, Alejandro Bidegain (UCR); Julián Kristiansen, Evangelina Almada (UxP-PJ) y Mariela Maceiro (CVN).
Ante el atropello y lo importante del tema, los concejales presionaron para hacer que la sesión se pasara para el martes que viene (2-12) aunque el despacho siguió su curso hacia su tratamiento a pesar de los reclamos de la oposición.
Mientras tanto, el intendente Arturo Rojas parece no querer quedar pegado con la intentona y apenas si ofreció una foto sin declaraciones sobre el tema. Después de todo, en 2020 promovía una venta por 9 millones de dólares y ahora tiene que defender lo mismo pero a un tercio de su valor. Casi como si el valor descendente del Casino se proyectara sobre el valor de su propia gestión, ya desgastada y con aspecto alicaído tras las elecciones que perdió en septiembre.
De cualquier modo esta tarde en gacetilla de prensa municipal el intendente Rojas apareció en la foto junto a Povilaitis para mostrar que tiene apoyo de la Cámara Comercial e Industrial para la entrega. Como es notorio que el precio es vil y hay tufo a negociado, ninguno de los presentes se animó ni a dar su nombre ni a ofrecer declaraciones. La prensa municipal ficcionó el concenso de aceptación de los comerciantes locales con la propuesta.

Para argumentar a favor de la urgencia en la venta, el Municipio citó como referencia un "informe técnico elaborado por el Banco de la Provincia de Buenos Aires" que apareció inusitadamente y jamás fue difundido, en el que aseguran que "el Complejo Casino presenta un grado de deterioro estructural significativo", algo que contrasta notoriamente con todas las evaluaciones hechas hasta la fecha que indican que la estructura está en perfectas condiciones y que el problema real es lo que se ve (revestimientos de cielorasos, alfombrados y cerramientos de vidrio), no lo que sostiene al edificio, que es de hormigón armado y puede durar muchas décadas más.
Con ese argumento del "deterioro estructural" en la mano, la Comuna sostiene su relato que lo excusa de tener que enfrentar algún trabajo en el lugar: lo cierto es que hace 10 años que fue el último trabajo de mantenimiento en el complejo y que la gestión Rojas lleva 6 años sin siquiera remover los vidrios rotos o tapiar el lugar, casi como si le interesara mostrar el peor estado posible del complejo para justificar el precio de regalo que ahora intenta meter por la ventana.
Todo el contexto de celeridad y falsedad del discurso está sirviendo para que la propaganda oficialista (prácticamente todos los medios de la ciudad) estén vendiendo la idea como la panacea aún a pesar de que se trata de una iniciativa que prácticamente está regalando los terrenos más caros de la ciudad, entregándolos en cuotas y al borde de la ley. Es de esperar que haya acciones judiciales como las que llevaron adelante en 2020 los vecinos y que terminaron revelando todos los vicios del trámite e hicieron dar por tierra los dos primeros intentos de venta.