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Alerta mundial sobre la "amenaza" de antibióticos ineficaces

El estudio se basa en datos recabados de 114 países y activó la alarma en la medicina mundial.
viernes, 9 de mayo de 2014 · 10:30

NECOCHEA (Cuatro Vientos) - Un reciente informe activó la alarma en la medicina mundial y tiene que ver con la ineficacia de ciertos antibióticos en la cura de determinadas patologías.

Según la Organización Mundial de la Salud, el estudio se basa en datos recabados de 114 países y habla de una "grave amenaza" dada por la resistencia que se produce cuando las bacterias sufren cambios que hacen que los antibióticos dejen de funcionar en las personas que los necesitan como tratamiento para las infecciones.

"En ausencia de medidas urgentes y coordinadas por parte de muchos interesados directos, el mundo está abocado a una era posantibióticos en la que infecciones comunes y lesiones menores que han sido tratables durante decenios volverán a ser potencialmente mortales",explicó el doctor Keiji Fukuda, Subdirector General de la OMS para Seguridad Sanitaria.

"Los antibióticos eficaces han sido uno de los pilares que nos ha permitido vivir más tiempo con más salud y beneficiarnos de la medicina moderna. Si no tomamos medidas importantes para mejorar la prevención de las infecciones y no cambiamos nuestra forma de producir, prescribir y utilizar los antibióticos, el mundo sufrirá una pérdida progresiva de estos bienes de salud pública mundial cuyas repercusiones serán devastadoras", apuntó de acuerdo con lo informado en el portal oficial de la OMS.

El documento que lleva el nombre Antimicrobial resistance: global report on surveillance explica que la resistencia está afectando a muchos agentes infecciosos distintos.

Sin embargo, se centra, fundamentalmente, en la resistencia a los antibióticos en siete bacterias responsables de infecciones comunes graves: la septicemia, la diarrea, la neumonía, las infecciones urinarias o la gonorrea.

Los datos son muy preocupantes y demuestran la existencia de resistencia a los antibióticos, especialmente a los utilizados como "último recurso", en todas las regiones del mundo.

Estas son las principales conclusiones del estudio encabezado por la OMS:

La resistencia a los antibióticos carbapenémicos, último recurso terapéutico para las infecciones potencialmente mortales por Klebsiella pneumoniae (una bacteria intestinal común) se ha extendido a todas las regiones del mundo. K. pneumoniae es una causa importante de infecciones nosocomiales, como las neumonías, las septicemias o las infecciones de los recién nacidos y los pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos. Esa resistencia hace que en algunos países los antibióticos carbapenémicos ya no sean eficaces en más de la mitad de las personas con infecciones por K. pneumoniae.

La resistencia a las fluoroquinolonas, una de las clases de fármacos antibacterianos más utilizadas en el tratamiento de las infecciones urinarias porE. coli, está muy extendida. En los años ochenta, cuando aparecieron estos fármacos, la resistencia a ellos era prácticamente inexistente. Hoy día hay países de muchas partes del mundo en los que este tratamiento es ineficaz en más de la mitad de los pacientes.

En Austria, Australia, Canadá, Eslovenia, Francia, Japón, Noruega, el Reino Unido, Sudáfrica y Suecia se ha confirmado el fracaso del tratamiento de la gonorrea con cefalosporinas de tercera generación, el último recurso terapéutico en estos casos. Diariamente contraen esta enfermedad más de 1 millón de personas.

La resistencia a los antibióticos prolonga la duración de las enfermedades y aumenta el riesgo de muerte. Por ejemplo, se calcula que las personas infectadas por Staphylococcus aureus resistentes a la meticilina tienen una probabilidad de morir un 64% mayor que las infectadas por cepas no resistentes. La resistencia también aumenta el costo de la atención sanitaria, pues alarga las estancias en el hospital y requiere más cuidados intensivos.

Ahora bien, el documento también indica el modo en que tanto pacientes como profesionales y los propios estados de cada país afectado pueden contrarrestar la denominada farmacorresistencia:

Las personas pueden contribuir:

■ utilizando los antibióticos únicamente cuando los haya prescrito un médico;

■ completando el tratamiento prescrito, aunque ya se sientan mejor;

■ no dándole sus antibióticos a otras personas ni utilizando los que les hayan sobrado de prescripciones anteriores.

Los profesionales sanitarios y los farmacéuticos pueden contribuir:

■ mejorando la prevención y el control de las infecciones;

■ prescribiendo y dispensando antibióticos solo cuando sean verdaderamente necesarios;

■ prescribiendo y dispensando los antibióticos adecuados para tratar la enfermedad en cuestión.

Los planificadores de políticas pueden contribuir:

■ reforzando el seguimiento de la resistencia y la capacidad de laboratorio;

■ regulando y fomentando el uso apropiado de los medicamentos.

Los planificadores de políticas y la industria pueden contribuir:

■ fomentando la innovación y la investigación y desarrollo de nuevos instrumentos;

■ promoviendo la cooperación y el intercambio de información entre todas las partes interesadas.

 

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