Se dispara el dólar: ¿Cómo afecta a la salud la corrida cambiaria?

miércoles, 11 de octubre de 2023 · 08:53

En los últimos seis días, el dólar blue subió 200 pesos y este martes superó por primera vez la barrera de los 1.000 pesos. Este contexto no sólo tiene consecuencias económicas sino que también genera un fuerte impacto en la salud mental y puede llegar a provocar "tensión, ansiedad, inseguridad e incluso depresión".

En Argentina, el valor del dólar es "una especie de termómetro y la gente sabe que si sube aumenta toda la canasta familiar y todos los demás insumos", explicó la psicóloga Elvecia Trigo. También señaló que ante esta situación "las personas están muy afectadas y conmocionadas para ver si van a llegar a fin de mes, si van a poder conservar su trabajo , si tienen que trabajar más horas para poder complementar la canasta familiar o los gastos que tengan".

Por su parte, Ángel Ergier, representante Interamericano de psicología e investigador del Conicet, coincidió en que la suba de los precios "repercute en el hogar, en la cognición y en las conductas de las personas". En ese sentido, enfatizó: "Hay que entender que la salud mental está totalmente vinculada a las condiciones de vida que tenemos. Lógicamente, en estos momentos, la gente se pone más ansiosa", dijo a este medio.

En tanto, el psicólogo Pablo Melicchio agregó que "la constante incertidumbre crea un clima de mayor tensión que lleva a que aumenten las intensidades de angustia, ansiedad y miedo. Las personas se estresen mucho más y así tienen mayores probabilidades de desencadenar cuadros psicopatológicos; y, desde luego, se afecta su salud integral".

También resaltó que en tiempos de crisis "incrementan los conflictos vinculares, la violencia de género e intrafamiliar y aumenta el consumo de sustancias tóxicas", aunque destacó que "también hay personas que pueden atravesar la crisis de manera creativa, repensarse y aprender a vivir de otro modo".

Trigo afirmó además que cuando la suba del dólar parece ser "interminable", las personas pueden reaccionar de dos maneras: "disocian y tratan de no pensar en el tema o están muy obsesivos y preocupados". En el segundo caso, señala que "pueden llegar a desmoronarse" y esto genera "estar irritable, con un nivel de tensión y estrés que no se sostiene. Ahí aparece el descontrol, puede aparecer la depresión, la impulsividad o la descarga".

En el mismo sentido, remarcó: "Lo que uno ve hoy en día son sujetos inestables, irascibles, tanto maníacos como depresivos. Ahí aparecen las grandes crisis de pánico y de angustia. Estas circunstancias hacen que las personas se sientan desarmadas, frágiles".

Melicchio sostuvo por su parte: "Estamos en un tiempo de muchísima incertidumbre, cuesta armar un proyecto de vida y es muy difícil tener esperanza. La falta de estructuras de contención, ante tanta inestabilidad, repercute directamente en la salud mental de la población. La excesiva preocupación por la economía y el mañana, alteran el equilibrio psicofísico y deja a la gente en un estado de incertidumbre que dificulta encontrar el bienestar".

También explicó que las consecuencias psicológicas no se dan sólo por un malestar personal sino por un contexto general de descontento: "En medio de una crisis aumenta el estrés no solo por las problemáticas personales, sino por lo que le sucede a los demás. Somos seres de una época y de sus consecuencias, y esa es la marca de nuestra singularidad".

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