Estudiantes de Miramar hallaron el cráneo de un toxodonte y paleo cuevas en Bahía de los Vientos

jueves, 19 de octubre de 2023 · 20:16

En las vastas costas del distrito de Necochea, un grupo de apasionados estudiantes de paleontología dio un paso trascendental en la búsqueda de los secretos de la prehistoria. En una emocionante expedición, estos jóvenes entusiastas desenterraron un auténtico tesoro, que incluye el cráneo de un toxodonte, una criatura que vagó por estas tierras hace unos 30 mil años. Pero eso no es todo, porque el descubrimiento también reveló un intrigante sistema de paleo-cuevas que albergaba a los perezosos terrestres y los armadillos gigantes. Esta revelación, además de asombrar a la comunidad científica, nos brinda una ventana única para explorar la historia de la megafauna en esta región.

El cráneo del toxodonte encontrado por los estudiantes es un testimonio tangible de un pasado distante, que dejó su huella en la historia de la paleontología y es un recordatorio de la diversidad de la vida que alguna vez pobló esta área. Con su apariencia que evoca una extraña mezcla de hipopótamo y rinoceronte, este ungulado nativo sudamericano fascinó incluso a Charles Darwin durante su viaje por la Patagonia, donde recopiló valiosa información que influyó en su teoría de la evolución biológica por selección natural.

Pero el hallazgo no se detiene en el cráneo del toxodonte. Los estudiantes se toparon con un sistema de paleo-cuevas que albergaba a los perezosos terrestres y los armadillos gigantes, criaturas igualmente impresionantes en su tamaño y peculiaridad. Estas cuevas, talladas pacientemente por estos antiguos inquilinos, ofrecen una visión única de la forma en que estas criaturas creaban auténticas ciudades subterráneas. Las marcas de garras en las paredes de estas estructuras subterráneas se conservan de manera excepcional, lo que arroja luz sobre la ingeniería de la megafauna prehistórica. Las dimensiones de estos túneles, que oscilan entre 0.8 y 1 metro de diámetro, figuran entre las trazas fósiles más grandes jamás registradas en la historia de nuestro planeta.

El equipo de exploración detrás de estos emocionantes descubrimientos está compuesto por aproximadamente treinta estudiantes del Instituto Superior de Formación Técnica N° 194 de Miramar, quienes cuentan con la guía de dos apasionados profesores. Esta expedición educativa se extendió a lo largo de tres días de arduas búsquedas paleontológicas en las costas de Necochea. El liderazgo científico a cargo de la investigación de estos restos fósiles de seres que una vez habitaron estas tierras remotas.

El cráneo del toxodonte, descubierto en los acantilados de Quequén, se erige como un testimonio excepcional de la megafauna prehistórica. Estos gigantes extintos, que vagaban por Sudamérica, poseían una apariencia que desafía la imaginación, evocando reminiscencias de animales modernos como el hipopótamo y el rinoceronte. Matías Taglioretti, el paleontólogo líder de la expedición, describió al toxodonte como "una linda pieza de museo", lo que resalta su singularidad en el mundo de la paleontología.

Pero la historia que se despliega en este paisaje costero no se limita al toxodonte. La expedición reveló lo que parece ser un verdadero cementerio de megafauna prehistórica que se remonta a unos 30 mil años atrás. Los restos de perezosos terrestres gigantes, gliptodontes y, por supuesto, el toxodonte, surgieron de depósitos que en tiempos remotos pertenecieron a una antigua laguna en la región. Esta evidencia se manifiesta en los sedimentos verdosos que atestiguan la existencia de esta laguna prehistórica, donde una rica diversidad de criaturas gigantes se reunía en busca de alimento, refugio y tal vez compañía.

Los estudiantes, llenos de entusiasmo y dedicación, están trabajando arduamente para documentar y recuperar estos tesoros paleontológicos. Cada hallazgo representa un vínculo tangible con nuestro pasado, una ventana que se abre a la vida que alguna vez llenó estos paisajes. Todos estos valiosos restos enriquecerán la colección paleontológica del Museo de Ciencias Naturales "Dr. José Squadrone", ubicado en el corazón del Parque Miguel Lillo.

El profesor Taglioretti expresó su agradecimiento a las autoridades de SUTEBA por permitirles utilizar las instalaciones del camping, que sirvieron como base de operaciones para esta emocionante expedición. Además, el científico extendió su gratitud a la comunidad local por su interés y compromiso para preservar el patrimonio natural y cultural de la región.

En palabras de Matías Taglioretti, "Necochea tiene un gran patrimonio paleontológico y solo tiene que aprovecharlo, y estos futuros técnicos están para ayudarlos". Este descubrimiento destaca la importancia de conservar y compartir este legado invaluable. La historia de Necochea cobra vida a través de estos hallazgos, recordándonos la riqueza de la vida que una vez prosperó en estas tierras.

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