Día Nacional de la Ballena Franca Austral: Celebrando la conexión entre la naturaleza y la comunidad

miércoles, 25 de septiembre de 2024 · 11:55

Cada 25 de septiembre, Argentina rinde homenaje a un ser majestuoso que habita sus aguas: la ballena franca austral. Esta efeméride no solo conmemora la existencia de este icónico mamífero marino, sino que también resalta la necesidad de proteger y valorar a las especies que comparten nuestro planeta. La ballena franca austral no solo transita, se alimenta y cría en nuestras costas, sino que también simboliza la conexión entre la naturaleza y las comunidades que habitan en las cercanías de los océanos.

El Rescate de Garra: Un Hito en la Conservación

La historia de la ballena franca austral en Argentina está marcada por la experiencia del rescate de una ballena en particular: Garra. En el año 2002, este cetáceo quedó atrapado en las cadenas de fondeo de un barco en Puerto Pirámides. Su desesperación por liberarse fue un llamado de atención para los especialistas de la zona, quienes decidieron intervenir. Tras un arduo esfuerzo, lograron llevar a Garra a la playa para cortar la cadena y liberarla. Este rescate no solo fue un acto de salvamento, sino que también destacó la importancia de la colaboración entre la comunidad y los expertos en la conservación. Garra se convirtió en un símbolo de la armonía entre el ser humano y la naturaleza.

Características de la Ballena Franca Austral

La ballena franca austral (Eubalaena australis) es el mamífero marino más grande que habita las aguas argentinas. Desde los años 70, se han llevado a cabo monitoreos para estudiar a esta especie, aunque todavía se desconoce con precisión su expectativa de vida. En promedio, los machos miden entre 13 y 15 metros, mientras que las hembras alcanzan longitudes de hasta 16 metros. A pesar de su imponente tamaño y peso, que puede llegar a las 40 toneladas, la ballena franca austral es un animal pacífico que se alimenta principalmente de pequeños peces y crustáceos, siendo su favorito el krill.

Un Aumento en los Avistajes

En años recientes, la costa argentina ha sido testigo de un notable incremento en la cantidad de avistajes de ballenas francas, especialmente en Necochea y Quequén. En los últimos años se ha multiplicado la cantidad de avistajes en las costas de Necochea y Quequén, destacándose la década de 2010 y, sobre todo, en los primeros cuatro años de la década de 2020, que se ha registrado un gran tránsito de ballenas.

El grupo Ballenas Necochea, a través de su cuenta de Instagram @ballenas_necochea lleva a través de sus fotos y videos imágenes increibles del paso de las ballenas por nuestras costas. En los últimos años, miles de usuarios comenzaron a formar parte de su comunidad, generando un nexo especial entre los enormes mamíferos y los usuarios que disfrutan del material. 

La década de 2010 marcó un hito en la observación de estas majestuosas criaturas, con un auge particular en los primeros años de la década de 2020. Según Diego Rodríguez, doctor en Ciencias Biológicas e investigador del CONICET, la mayor presencia de ballenas en estas costas está directamente relacionada con el aumento en su población. "El número de nacimientos de ballenas en sus dos centros reproductivos, la isla de Santa Catarina (Brasil) y la Península Valdés, ha aumentado de manera sostenida durante más de 20 años", explica Rodríguez. Mientras que en la década de 1980 se registraban aproximadamente 50 nacimientos por año en Península Valdés, en la actualidad esa cifra supera las 500.

Impacto de la Conservación en la Población

La ballena franca austral estuvo al borde de la extinción debido a la caza comercial que se intensificó en los siglos XVIII y XIX. Sin embargo, las acciones de conservación implementadas en la segunda mitad del siglo XX han permitido un crecimiento significativo en su población. En agosto de 2024, un censo reveló la presencia de 1.468 ejemplares en la Península Valdés, un aumento impresionante desde los aproximadamente 300 individuos registrados en los años 70 y 80. Este crecimiento no solo beneficia a la especie, sino que también impulsa la economía local a través del ecoturismo y la observación de ballenas.

Datos Clave sobre la Ballena Franca Austral

La ballena franca austral es un cetáceo de la familia Balaenidae, característico del Hemisferio Sur, y tiene una expectativa de vida de entre 50 y 100 años. Al nacer, los ballenatos miden entre 3 y 5 metros, y su peso al llegar a la adultez ronda las 40 toneladas. Cada ballena es única, identificada por las callosidades en su cabeza, que funcionan como huellas dactilares. Estos animales suelen realizar saltos y golpes en el agua, que se cree tienen funciones de comunicación o juego.

Además, las ballenas desempeñan un rol fundamental en la salud de los océanos. Capturan CO2 de la superficie y lo almacenan en las profundidades, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático. Se estima que cada ballena puede secuestrar hasta 33 toneladas de carbono, lo que tiene un impacto significativo en la reducción de gases de efecto invernadero. También actúan como "ingenieras de ecosistemas", redistribuyendo nutrientes y fertilizando el océano a través de sus excrementos, lo que a su vez fomenta el crecimiento del fitoplancton y aumenta la productividad de las aguas.

Zonas de Crianza y Comportamiento Familiar

Las costas argentinas son consideradas la zona de cría más importante del hemisferio sur. Durante el embarazo, que dura aproximadamente 12 meses, las hembras se acercan a las aguas tranquilas y someras de los golfos de la Patagonia para dar a luz y cuidar a sus crías. La relación entre la madre y su ballenato es uno de los lazos familiares más fuertes en la naturaleza, ya que el ballenato acompaña a su madre durante el primer año de vida, aprendiendo las rutas migratorias y las áreas de alimentación.

A pesar de recorrer miles de kilómetros durante su vida migratoria, muchas ballenas regresan cada año al lugar donde nacieron, un indicio del fuerte vínculo que comparten las madres con sus crías. Con el tiempo, los ballenatos se independizan, pero esta sabiduría ancestral se transmite a lo largo de las generaciones.

Estrategias de Reproducción y Conservación

Las hembras de ballena franca austral pueden copular con varios machos para aumentar las probabilidades de fertilización, sin que se generen peleas entre los individuos. Este sistema de cortejo cooperativo garantiza que la descendencia sea fertilizada con los genes del macho más fuerte y saludable, lo que es esencial para la supervivencia de la especie.

La Ballena Franca Austral como Monumento Nacional

La ballena franca austral fue declarada Monumento Natural Nacional en 1984, en un momento en que su población estaba gravemente amenazada por la caza comercial. Esta designación, establecida por la Ley 23.094, protege a la especie y garantiza su conservación bajo las normas de la Ley de Parques Nacionales, Monumentos Naturales y Reservas Nacionales. Cada ballena se convierte así en un monumento natural en sí misma, requiriendo protección absoluta en todas las zonas que atraviesen durante sus migraciones.

La ballena franca austral también está protegida por acuerdos internacionales, como la Comisión Ballenera Internacional (CBI) y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), así como la Convención sobre Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS). Estos acuerdos son cruciales para la protección de la especie, ya que la población de ballenas francas del Atlántico Sudoccidental se encuentra bajo un Plan de Manejo para su Conservación (CMP) acordado por Argentina, Brasil y Uruguay.

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