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Dos caras: Ciudad Frutal florece mientras el Estado abandona en la EES 11 de Mataderos
El florecimiento de la huerta que la gente de Ciudad Frutal ha instalado en la Escuela Secundaria 11 del barrio Mataderos contrasta con la obra abandonada por provincia para la ampliación del edificio. Una vez más la actividad comunitaria reeemplaza a las promesas inconclusas de la política.Una vez más los chicos de Ciudad Frutal lo hicieron: convirtieron un terreno inhóspito y abandonado en un jardín de producción de alimentos lleno de color y oportunidades.
A los antecedentes de los cientos de frutales plantados en las veredas de la ciudad, la huerta de la calle 61 y la "hospihuerta" detrás del Emilio Ferreyra, Ciudad Frutal ha sumado la huerta de la Escuela Secundaria 11 en el Barrio Mataderos.
Luego de más de dos años y medio de trabajos, la huerta da sus frutos en una doble tarea de educación y embellecimiento del patio del establecimiento.
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"No sólo está sirviendo para que los chicos aprendan sobre los alimentos y la tierra, sino que además a veces vienen a pasear y miran las plantas y se distraen", explicaron a Cuatro Vientos directivos de la escuela que acompañan el proceso.
"Ya tienen plantados decenas de retoños de sauces que piensan colocar el año que viene en la ribera del río", agregaron.
El trabajo se inició hace dos años y medio en un sector del patio de la escuela que era practicamente baldío. Junto a los alumnos, Ciudad Frutal desmalezó el terreno y empezó con una humilde huerta de 3 metros cuadrados. "Al principio era chiquitita, pero los chicos se entusiasmaron y quisieron cubrir todo", explicó Juan García, miembro del grupo horticultor a Cuatro Vientos.
El resultado luego de varios años de trabajo es notable. Diferentes variedades de plantas comestibles crecen en la huerta. Hay lechugas, tomates, habas, rabanitos, cebollas de verdeo y otros comestibles que los alumnos cosechan y distribuyen para llevar a sus casas.
También hay diferentes plantas de especias como romero y orégano, mezcladas con plantas aromáticas que dan coloridas flores. Crecen además dos árboles frutales (un limonero, varias higueras y un níspero) y algunas líneas de cactus para sacar higos de tuna.
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Las tareas en el lugar han incluído charlas para los alumnos, que no sólo han aprendido onceptos básicos de horticultura y cuidado de la tierra, sino que además han visto como la cosecha puede ser usada para preparar plantos orgánicos y saludables.
Los alumnos disfrutaron en la huerta de una jornada de cocina donde pudieron ver qué se puede cocinar con los productos de la huerta, cerrando así el ciclo de soberanía alimentaria, desde la producción hasta la preparación de su propia comida.
Contraste
El bello paisaje que enseña la huerta de Ciudad Frutal y los alumnos secundarios en la Escuela 11 contrasta ampliamente con el abandono que ha sufrido una obra de ampliación iniciada por el gobierno provincial de Daniel Scioli y abandonada desde el año 2011.
"Lamentablemente se está echando a perder de a poco todo lo que se había levantado", expolicaron autoridades de la escuela, aunque recalcaron el apoyo que han recibido constanetmente del Consejo Escolar, sobre todo del consejero Juan De La Calle. "Siempre que lo hemos llamado, estuvo", aseguraron.
La escuela tiene una matrícula de 107 alumnos para el área del secundario, que funciona durante la mañana. Por la tarde se dan clase para otra tanda de alumnos de primaria. La obra de ampliación mejoraría notablemente la oportunidad de los chicos de la secundaria y de la primaria de recibir educación fuera de condiciones de hacinamiento como sucede actualmente.
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El cartel de la obra inconclusa todavía está colocado, aunque lentamente lo construído comienza a echarse a perder por filtraciones de agua y erosión climática.
Está pendiente en la escuela un ingreso adecuado a personas con movilidad reducida, dado que en la escuela se brindan clases a chicos en silla de ruedas que ven muy complicado su acceso al edificio. La Municipalidad ha cooperado en el pasado con una rampa para que las sillas puedan salir al patio, aunque poco más se ha visto para asistir las necesidades del establecimiento.
El contraste que refleja lo conseguido por los horticultores en dos años y medio y el abandono de la obra por parte de las autoridades revela el estado de situación de la educación pública en el país, donde el esfuerzo de docentes y ciudadanos representa el verdadero valor descuidado de un sistema que hace agua por los cuatro costados.