LLAMAR A ELECCIONES
Aceiteros levantaron la carpa y hay compromiso del Ministerio
Los aceiteros levantaron su protesta en Cargill en vistas del compromiso del Ministerio de Trabajo de resolver el llamado a elecciones en el sindicato. Los trabajadores realizaron una huelga de hambre y llevan casi tres meses acantonados en su sede de calle 548, Quequén.
Finalmente los aceiteros levantaron su protesta este martes 18-07 como muestra de buena voluntad frente a la inminente salida de la resolución del Ministerio de Trabajo para comenzar a normalizar el sindicato y se llame a elecciones internas.
Los aceiteros llevaban una semana apostados en el ingreso a la planta de Cargill en Quequén y están acantonados hace 11 semanas en su sede de calle 548, en Quequén, reclamando que el ministerio respete su estatuto y se puedan realizar los comicios por los que, en principio, se presentarían tres listas: la mayoritaria liderada por Darío Denti y Sebastián Scott; la representada por el jefe del sindicato suspendido en asamblea, Alfredo Giuliano; y una tercera lista que todavía está en formación.
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La protesta de los aceiteros comenzó el martes pasado con una huelga de hambre seca que llevó a la hospitalización del actual prosecretario general del sindicato, Darío Denti. En su reemplazo quedó el delegado Alejandro Cristensen, que ayer concluía con su huelga cuando se arregló la salida.
El levantamiento de la protesta se produjo luego de algunas gestiones en la CGT que consiguieron que el ministerio cediera, aunque todavía no se conoce el comunicado oficial de la resolución. Los comisarios Silva y Mastropierro se comunicaron con el ministerio en el lugar de la protesta y aseguraron que la resolución estaba por salir.
Mientras tanto, los aceiteros siguen en estado de Asamblea Permanente en la sede del sindicato, esperando la convocatoiria a elecciones que tendrá que hacer Alfredo Giuliano dentro del plazo de 3 días que se plantea luego de que se dicte la resolución.
"Esperemos no tener más sorpresas inexplicables en lo que se refiere al desentendimiento de los derechos de nuestro estatuto", dijeron a Cuatro Vientos fuentes del sindicato.
"La conclusión final, más allá de saber de la realidad a la que nos enfrentamos cuando el poder político pretende condenar las familias por sus intereses, es la mala voluntad y el destrato permanente de parte de los gerentes y responsables de Cargill, que no han tenido la delicadeza de comunicarse ni siquiera con nuestro abogado para saber lo que motiva el conflicto como a su vez tampoco consultó por la salud de sus empleados, ambos con más de 20 años de antigüedad".
