"No fue un accidente, fue imprudencia"

"Lo de la señora esta no fue accidente, fue una imprudencia grande como una casa", señaló a Cuatro Vientos un testigo que vió el accidente que le costó la vida a Ramiro Arana, de dos años de edad, tras ser embestido por una camioneta en cercanías al parador Karamawi.

A pesar de que en principio el parte policial indicaba que el niño estaba jugando debajo de las ruedas de la Volkswagen Amarok negra conducida por una mujer de 36 años, el relato de los testigos del hecho desmienten la versión y aseguran que el accidente era completamente evitable si hubiera habido cierto cuidado de la conductora.

"El nene estaba como a 7 metros de la camioneta jugando en la arena y su padre estaba mirándolo al costado a pocos metros", indicó un testigo del accidente cuyo relato consta en la causa judicial por "homicidio culposo" en la UFI Nº 3 del Departamento Judicial de Necochea.

"La camioneta salió para adelante y la mujer nunca vió al nene que estaba justo al frente", agregó el testigo, que indicó que luego del accidente fue la propia conductora y su famila la que cargó al niño en la camioneta y lo llevó al hospital local.

Por el episodio está imputada por "homicidio culposo" Lucrecia Irma Irene Di Paula, de 36 años, que está recibiendo asistencia psicológica debido al shock nervioso que le causó la situación.

La tragedia del Karamawi desató un intenso debate en Necochea acerca de los permisos que gozan los vehículos a motor para circular por la totalidad de las playas del distrito con una pequeña franja excepcional para peatones. Si bien existe una ordenanza que regula esos permisos mediante una oblea (y bajo el cumplimiento de ciertas condiciones), lo cierto es que la norma parece ser letra muerta y el Estado Municipal aduce que no tiene recursos para hacer cumplir la reglamentación.