Necochea: Impactantes imágenes de un lobo marino lastimado con un suncho
Es preocupante como la contaminación afecta cada día más a la colonia de lobos marinos de Puerto Quequén. Los animales aparecen lastimados, con sunchos alrededor del cuello, en su mayoría de plástico o goma, aunque hay veces que tienen alambres enroscados en el cuello.
En esta oportunidad, el fotógrafo Fabián Felipón tomó imágenes de un lobo con una gran herida en su cuello que compromete su salud. Se encuentra junto a la colonia en la escollera sur, según informa Felipón, “con un suncho plástico blanco de embalaje y una cubierta de bicicleta a su alrededor”.
Los ambientalistas piden a la población que no se acerquen al descanso de los lobos, ya que el animal podría asustarse, alejarse de la lobería y meterse al agua, lo que dificultaría su asistencia.
La colonia creció mucho en los últimos años, pero también la contaminación de nuestras costas y en el Río Quequén. Los pinnípedos sufren heridas cortantes, infecciones y asfixia que incluso pueden causarles la muerte.
La acción de un grupo muy reducido de personas ayuda a los lobos cortando los sunchos con artefactos cortantes poniendo en peligro su propia integridad.
La Fundación Fauna Argentina viene realizando este tipo de tareas desde el año 1982. En algunos casos debido a la complejidad de los sunchos, las heridas que en ocasiones les provocan y la susceptibilidad de los animales perjudicados, se utiliza el cortasunchos combinado con dardos narcotizantes propulsado con rifle y pistola neumática.
El cortasunchos es un gancho con forma de hoz, con filo solo del lado de adentro, en el extremo de un palo largo, de manera de enganchar el suncho y tirar para cortar, sin tener que acercase mucho a los lobos.
Todo tipo de elementos se encuentran en el mar. Desde la goma que tienen los baldes de pintura de 20 litros, pasando por cámaras de auto, de bicicletas, plásticos variados; todo eso flota y muchas veces va a parar al cuerpo de los animales.
No sólo son malos para los lobos, afectan a las tortugas marinas -se han hecho análisis de ejemplares muertos y se han encontrado plásticos en su estómago- y hasta a las ballenas, afirma la Fundación.
