Riesgo de implosión: Primeros desacuerdos en el interior del gabinete municipal

viernes, 3 de diciembre de 2021 · 11:36

La inestabilidad dentro de la gestión del intendente Arturo Rojas ha dado un nuevo signo de estar más presente que nunca y con los nuevos nombramientos y reemplazos en el gabinete las disconformidades amenazan con socavar la gobernanza al más alto nivel.

Sucede que el nombramiento de Gabriela Góngora al frente de la Secretaría de Gobierno causó profundo malestar en la Secretaría de Legal y Técnica que encabeza Ernesto Povilaitis, principal garante de la "legalidad" de las acciones de gobierno de la Comuna, actualmente muy cuestionadas por el "trueque" ilegal de tierras en el Parque Miguel Lillo. De Povilaitis depende también las funciones del aparato de prensa paralelo que montó la gestión Rojas a través del subsecretario de Legal y Técnica del Municipio, Alejandro Silva.

El nombramiento de Góngora, que acompaña a Rojas desde que ambos eran miembros de la juventud veneguista, generó la molestia del abogado de la municipalidad, algo que se dejó traslucir por algunas versiones que e reprodujeron por mensajes virales en las redes sociales. En el trasfondo lo que sucede es que Góngora sería ahora la segunda en la línea de mando en el Ejecutivo, algo que interfiere con el accionar omnipresente de Povilaitis, siempre cerca del despacho del intendente pero sin exposición pública.

Góngora además pertenece a otra vertiente de las que nutren la gestión del intendente y como se dice habitualmente en la política, "tiene banca propia", alejada de las prácticas que propone el abogado de la municipalidad incluso desde antes que Rojas asumiera en la intendencia, con un manejo de la información que le ha valido no pocas críticas al jefe comunal y ha socavado su imagen en virtud de una completa falta de transparencia en distintas acciones de gobierno.

Según las versiones, la molestia del abogado de la municipalidad tendría que ver con la autonomía con la que intenta manejarse Góngora, analizando con criterio propio sus movimientos, algo que no sucedía con su antecesor, Jorge Martínez, mucho más displiscente con los deseos de Povilaitis.

La molestia por el nombramiento del abogado (que se desempeña en las oficinas municipales hace muchos años y cultiva un perfil bajo) también conoció otro "berrinche" del funcionario cuando el intendente decidió el cargo de Andrea Perestiuk al frente de la cartera de Salud, en reemplazo de la licenciada Ruth Kalle, quien asumirá en su banca en los próximos días.

La semana pasada el nombramiento generó algunas fricciones y una primer "pelea" en el gabinete en relación a las formas que pretende imponer el actual statu quo de la mesa chica para la toma de decisiones.

La disconformidad del abogado de la Comuna podría tener algunas implicancias: actualmente la Municipalidad prepara el terreno para empezar a renegociar el contrato de la concesión de recolección de basura, un tema que toca muy de cerca a Povilaitis, que en el pasado tuvo un rol de relevancia en la construcción de la relación entre el estado municipal y la empresa concesionaria.

Además de ese contrato y las acusaciones alrededor de las irregularidades por el robo de terrenos del Vivero Municipal que tiene a los vecinos y ambientalistas movilizados, desde el área de Legal y Técnica del municipio se manejan otras cuestiones sensibles que afectarían en principio la imagen del intendente, como el intento fallido de venta del Casino (la Comuna intentó vender una usucapión) o las intimaciones a deudores de tasas municipales.

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