Cambios en Tránsito tras el escándalo del alcoholímetro fallado

La noticia salió hasta en diarios de China aunque en realidad se trató de una noticia falsa: el alcoholímetro que arrojó el "récord mundial" de alcoholemia al volante en Necochea estaba en uso aunque no había sido homologado ni calibrado por autoridades competentes en más de 10 años, lo que hizo que el aparato no fuera una fuente fiable de información sobre lo sucedido.

El escándalo fue tal que el municipio alertado por la situación encendió los mecanismos de contingencia, comenzando por salir a negar cualquier clase de desperfecto del aparato vía redes sociales. Posteriormente, "bajó línea" a su aparato de prensa para unificar un discurso deslindando responsabilidades y relativizando el error. Finalmente, con el bochorno en toda la cara, el Ejecutivo ahora se está planteando el cambio de funcionarios con la doble función de reconocer sin palabras el error y, a la vez, mostrar acción resolutiva.

Así es como el nombre de Julián Corro al frente de la División Municipal de Tránsito tendría sus días contados, con su alejamiento del cargo probablemente desde el lunes. Para cambiar las cosas, el Ejecutivo no cuenta con cuadros que estén a la altura de la situación o que conozcan del tema, por lo que evalúan poner al cheff Juan Laportilla, actualmente abocado "off topic" a la emisión de licencias de conducir y pasaría a manejar Tránsito.

El reemplazo se haría efectivo la semana entrante y la esperanza del Ejecutivo se instala en el deseo que el escándalo para ese entonces haya quedado diluído y lejos del peligroso foco de los medios nacionales.

Si bien se comprobó que el alcoholímetro usado tras el accidente en 59 y 38 que arrojó la inverosímil cifra de 5,5 gramos de alcohol en sangre para un automovilista accidentado estaba falto de mantenimiento y calibración, el Ejecutivo aún no se ha referido a la cuestión y ha dejado que sean los medios de comunicación afines los que den extraoficialmente las explicaciones del caso. Sí se pudo saber que el Ejecutivo se mostró muy molesto con los responsables de la publicación de las imágenes, más en una muestra de impotencia que por la capacidad de mando sobre los funcionarios.

Sin embargo, con semejante desprolijidad sobre sus espaldas, lo cierto es que la Comuna podría enfrentar ahora toda clase de demandas de vecinos que hayan sido multados por alcoholemia, buscando revisar sus infracciones en vistas que la Comuna estuvo usando un alcoholímetro sin homologar ni calibrar. 

Ahora en el Concejo Deliberante concejales opositores comenzaron a evaluar la situación y preparan un pedido de informes para el Ejecutivo en el que de cuenta de la situación específica: extraoficialmente desde la Comuna han insinuado que dos alcoholímetros habían sido sustraídos y que a raíz de ello es que se usó el alcoholímetro sin calibrar, aunque la explicación llega tarde y busca mitigar un error que no sería subsanado por una denuncia tardía.

Las acciones sobre Tránsito de la gestión Rojas han dejado mucho que desear y el desplazamiento de Corro con el escándalo del alcoholímetro descalibrado sólo es la frutilla del postre en una sucesión de episodios que incluso llegó a mostrar el incendio intencional (y sin resolver) de decenas de autos en el depósito de vehículos secuestrados por la municipalidad, confusos cambios en el sistema de estacionamiento medido y hasta una brutal pelea en medio de la calle entre inspectores y un infractor.