Dos meses de plazo: La lista de reclamos de la Usina al municipio y la deuda galopante

viernes, 22 de marzo de 2024 · 11:13

Esta semana se conoció que finalmente la Usina Popular Cooperativa Sebastián de María y la Municipalidad de Necochea llegaron a un principio de acuerdo tras las tensiones surgidas en los últimos meses en el marco de las negociaciones por algunas modificac iones en  el servicio.

La escalada, que tuvo un punto álgido en la amenaza del intendente Arturo Rojas en su discurso de apertura de sesiones del HCD, cuando mencionó la posibilidad de revisar la concesión de la distribuidora de energía en el distrito, encontró un freno momentáneo tras una sucesión de cortes de energía en lugares clave de la ciudad, que dieron oportunidad a la Usina para reflejar un reclamo que tiene a la Municipalidad como su principal deudor.

Sucede que el municipio está adeudando una cifra multimillonaria a la Usina en concepto de varios servicios que brinda a la ciudad en el marco de un convenio que ya está vencido, aunque fue prorrogado hasta 2028.   Entre los conceptos que adeuda el municipio están la energía eléctrica que consumen las dependencias municipales; la energía del alumbrado; alquiler de ambulancias dado que las ambulancias del sistema de salud municipal no llegan a dar cobertura; y el servicio de Internet que provee al municipio entre otros ítems.

Con esa lista de reclamos, la Usina aceptó retomar las conversaciones con la Municipalidad buscando definir una serie de puntos que podrían ir recomponiendo la relación.

En principio, determinar los saldos de cuentas corrientes que mantienen una y otra parte entre sí, actualmente bajo el sistema de compensación legal.

Por otra parte, la Usina se comprometió a dar mantenimiento al sistema de alumbrado público municipal esperando que se celebre un nuevo convenio en lo sucesivo. Vale recordar que el intendente Arturo Rojas ha usado el recambio de luces como uno de sus caballitos de batalla para mostrar  gestión, pivoteando entre la financiación del gobierno nacional y vecinos frentistas; licitando a privados la instalación y teniendo a la Usina como la mano de obra de mantenimiento. Es por eso que el conflicto con la Usina por las luces pegó de lleno en la imagen de la gestión del intendente reelecto, que comienza a ver serias dificultades y lo han obligado a buscar concensos de los que en su primera gestión pudo prescindir.

Además, las partes acordaron  una prórroga en el Contrato de Concesión Municipal de Distribución de energía eléctrica, que era de 25 años y se encuentra vencido desde enero.

Por lo pronto las cosas se ven como que la Usina ha decidido privilegiar "que el ciudadano tenga un buen servicio", según las palabras de la presidente de la cooperativa eléctrica, Pilar Vitale, días atrás. Por parte del municipio, el intendente ha elegido mantener el diálogo en tiempos en que debe sostener varios frentes que hacen difícil su gestión, con una crisis económica producida por la inflación y los recortes del gobierno nacional; un desgaste natural que obligan una vez más a torcer el discurso vecinalista de su agrupación política y la necesidad de encontrar apoyos en sectores con los que no ha sido considerado en el pasado. 

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