ACEITES DE 300 DÓLARES

Ley PRO: Cannabis medicinal... para ricos

La ley de Cannabis Medicinal tiene media sanción en el Congreso y aprueba el uso de aceites que el Estado no produce. La opción será la importación de aceites cuya dosis mensual cuesta unos 300 dólares. La ley de cannabis medicinal salió a la medida del PRO... para los ricos.
jueves, 24 de noviembre de 2016 · 09:04
Aunque se presentó en todos los medios de comunicación como una ley progresista del Congreso en pleno gobierno conservador de Mauricio Macri, el alcance de la media sanción en Diputados de la ley de cannabis medicinal es bastante limitado. 
 
Fueron 221 votos los que permitieron esta media sanción que ahora será revisada por el Senado: luego de arduos trabajos en comisiones y varias modificaciones en la sesión del miércoles, el proyecto de ley autoriza al Estado a importar y distribuir el aceite de cannabis para pacientes con indicación médica.
 
En el análisis, la ley legitima el uso medicinal del cannabis aunque limita el autocultivo, que es precisamente uno de los puntos de relevancia del debate. Como el Estado no está en condiciones de elaborar el aceite que promete suministrar a los pacientes, deriva en la posibilidad de importar aceites que tienen un valor de 300 dólares para dosis mensuales. El elevado costo del insumo lo hace inaccesible para la mayoría de la población.
 
Así, el aceite de cannabis estará permitido aunque con un precio prohibitivo para la mayoría de la gente, de ahí la necesidad de permitir el autocultivo para obtener suministros.
 
"Nosotros nos ponemos contentos por la gente que padece de enfermedades como la epilepsia refractaria y todas las personas que entraron en la ley, pero tuvo sabor a poco", dijo Maximiliano Yunes, presidente de la ONG Cannabicultores Necochea a Cuatro Vientos. De cualquier manera, Yunes destacó la modificación del artículo 8 de la ley, que "permite que los usuarios medicinales que tengan certificados de hospitales públicos tengan la posibilidad de acceder al autocultivo".
 
La ONG necochense promueve el derecho al autocultivo entre sus bases fundacionales y la posibilidad de que los enfermos tengan la posibilidad de producir su propia medicina forma parte de la propuesta.
 
 
 
"Celebramos también que se pueda llegar a abrir el camino a investigaciones, aunque en el sentido del debate sobre las libertades se abarcó apenas un 10% de lo que se podía haber ayudado", agregó.
 
"Cuando se reglamente la ley van a estar cubiertas algunas enfermedades, no todas: va a haber un listado y todas las personas que tengan certificado van a estar en ese listado y van a poder acceder al autocultivo", dijo. Lamentablemente, como no existen demasiados estudios locales sobre el tema, el criterio de la creación del listado irá a juicio de quienes confeccionen la lista sin más.
 
"El criterio es: usan todas las medicinas convencionales y si no hacen efecto, se usa el cannabis", dijo Yunes revelando la informalidad sobre la que se basa la norma.
 
"La ONG seguirá luchando por las libertades y el año que viene presentaremos otros proyectos para profundizar más en el tema. El año que viene podremos ver si mejoró o empeoró la situación desde que se aprobó la ley", remarcó el presidente de la ONG cannabica.
 
"Dimos un paso, pero no es que hayamos conseguido el objetivo que buscábamos y nosotros vamos a seguir trabajando por las libertades de todos", cerró.
 
Actualmente la ONG necochense está gestionando la posibilidad de realizar estudios sobre las propiedades de la planta junto a la Universidad de La Plata, como parte de su objetivo de promover el conocimiento sobre el cannabis y sus derivados.
 
 

  
En caso de que la Cámara alta apruebe la ley, el aceite de cannabis producido a partir de las flores de la planta podría ser utilizado por personas con cáncer, VIH,  dolores crónicos, fibromialgías y otras patologías que producen dolores musculoesqueléticos crónicos. Pero sólo la marca y tipo de aceite que autorice la ANMAT y que importe el Gobierno estarán autorizados.
 
Por lo pronto, el proceso podría demorar varios años, mientras que con la posibilidad del autocultivo, a partir del otoño del año que viene se podrían iniciar los primeros estudios. Lamentablemente, la medida parece haber sido amoldada de acuerdo a intereses demasiado  reducidos aunque el hecho de aceptarse al cannabis como medicina natural representa un avance de un camino que todavía tiene un largo trecho por ser recorrido.
 
 
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