CON CÁNCER EN LOS HUESOS

Cannabis medicinal: Cruzó toda la provincia para conseguir aceite de Necochea

Jorge es un productor agropecuario de Pergamino con cáncer en los huesos que cruzó toda la provincia para conseguir aceite de cannabis donado por la ONG de Cannabicultores de Necochea y Quequén. La mejoría que presenta a dos meses de haber iniciado el tratamiento sorprende hasta a los médicos.
domingo, 27 de noviembre de 2016 · 00:00

El caso de Jorge, de 58 años, no es menos que paradigmático: afectado por una grave enfermedad agotó los recursos de la medicina halopática convencional y al ver empeorada su condición recurrió a la alternativa que hoy le cambió la vida.

"Mirame como estoy, soy otra persona de cuando vine la primera vez", dijo sonriente Jorge a Cuatro Vientos en una entrevista en la Villa Balnearia.

Jorge recorrió en auto junto a su mujer y su hija los más de 600 kilometros que separan a Necochea de Pergamino (vive en un pueblo a 15 kilómetros de esa localidad) sólo para conseguir un aceite de cannabis medicinal que preparan artesanalmente cannabicultores necochenses. El encuentro se celebró con un asado en un quincho de la Villa Balnearia donde Jorge agasajó con un lechón de Pergamino a los cannabicultores.

Entró en contacto con la ONG necochense cuando descubrió la efectividad del aceite de cannabis para tratar el cáncer de huesos que padece desde hace dos años. El primer aceite que probó lo obtuvo este año luego de conocer el caso del tratamiento del Dr Marcelo Morante que aplicaba la medicina a un enfermo de cáncer que ya había perdido medio hígado y un riñon por la enfermedad.

"Fui a verlo a Ñato para pedirle que me dijera como conseguir el aceite y él me dió medio frasquito, pero cuando se me terminó me enteré de los cannabicultores de Necochea y no dudé y me vine", explicó Jorge.

La primera visita de Jorge a nuestra ciudad por el tema del aceite fue en septiembre, cuando la ONG brindó una charla sobre autocultivo. Quienes vieron a Jorge aquella vez y conocieron su caso, se sorprendieron frente a las mejorías que presenta ahora, dos meses después de recibir un tratamiento que consiste en apenas 6 gotas del aceite cada noche. "Las tomo antes de dormir y a la mañana me levanto hecho un avion", dijo contento.

Una de las mejorías más notables es que Jorge comenzó a ver cómo le crece nuevamente el cabello, perdido durante el tratamiento halopático que llevaba.

 

 


 

A raíz de un golpe mientras trabajaba en su campo (Jorge es productor agropecuario), una intervención quirúrgica devino en el descubrimiento de un cáncer de huesos que a cuatro meses de descubierto lo tenían "muerto en vida", como él mismo relata. "La gente en el pueblo no puede creer la mejoría. Yo estoy lavando el coche y me saludan y me dicen '¡Eh! ¡Cómo estás con la Mari!'", cuenta con una mezcla de felicidad y sorpresa. Para Jorge, la efectividad del tratamiento hace que valga la pena difundir su historia y pasar por alto los prejuicios sociales.

El camino al cannabis

Desde que el cáncer le fue descubierto en 2014 hasta que recibió un primer tratamiento, Jorge pasó varios meses y terminó viajando a Buenos Aires a pedirle al Ministerio de Desarrollo Social (en ese entonces a cargo de Alicia Kirchner) una asistencia para su dolencia. De Buenos Aires se fue con una orden para recibir unas 6 inyecciones refrigeradas que tenían efecto por 3 meses cada una. 

Cuando las costosas inyecciones se agotaron, el protocolo indicaba seguir con un tratamiento que lo llevó a hacer radioterapia. 

La radioterapia tuvo efectos desvastadores sobre el cuerpo de Jorge. "Yo tengo tomados los dos homóplatos, toda la columna y los dos lados de la cadera, por lo que me tenían que tratar cada uno de las 5 partes en cinco semanas... a mí me hicieron todo el tratamiento junto en una sola semana", contó el productor pergaminense. "Se me caía la piel de la frente y me tenía que arrastrar si quería ir por mis propios medios al baño", relató.
 
 
 
Jorge estuvo muchos días sin salir de su casa, por lo que su familia que lo veía completamente desmejorado y los vecinos, que no lo cruzaban más por la calle, temían lo peor. Sin embargo, al conocerse el caso de los tratamientos del Dr Morante a través de los medios, no dudó en ir a buscar asistencia.

"Cuando llegué y lo vi al Ñato le dije que quería probar con el aceite, nos abrazamos y lloramos", dijo Jorge, que asegura que el tratamiento que recibió tuvo un efecto inmediato sobre su estado, lo que lo impulsó a cruzar toda la provincia en septiembre para concurrir al encuentro de Cannabicultores de Necochea.
 
En aquella ocasión los cannabicultores le donaron un gotero de aceite cannábico. Ahora, en noviembre, con la visible mejoría, Jorge viajó nuevamente a Necochea para interiorizarse aún más sobre el tratamiento y recibir una nueva donación.
 
Jorge en un café de la Villa Balnearia este fin de semana

 
#AutocultivoYa
 
La ONG Cannabicultores Necochea promueve el autocultivo como derecho tanto para el uso medicinal o recreativo y para ello lleva adelante una tarea de concientización y educación a todos los interesados. Jorge no sólo se llevó de Necochea un aceite donado solidariamente, sino los conocimientos necesarios para comenzar a producir su propia medicina.
 
Con la media sanción de la Ley de Cannabis Medicinal, que aún resta ser aprobada por el Senado, el aceite de cannabis podrá ser importado y suministrado por el Estado, aunque la alta demanda y las dificultades que plantea el proceso de autorización para cada paciente obligó a los legisladores a reconocer el derecho al autocultivo de los pacientes.

 
 
La reglamentación de la ley deberá incluir un amplio abanico de posibles enfermedades a tratar, dado que por lo pronto el listado de dolencias reconocidas ha sido bastante limitado y faltan realizar reconocimientos para casos como la de Jorge, cuyo tratamiento se basa ahora en el cannabis a pesar de la ilegalidad en la que se mantiene a los cultivadores que lo proveen. 
 
 
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