Presencialidad en las escuelas: Un debate en el HCD donde todos hicieron campaña
Todos saben que es estéril y saben que no tiene que ver ni con la salud ni con la educación sino que se trata de una toma de posiciones enmarcada en una polarización creciente en un año electoral: el debate por la presencialidad en las escuelas se llevó la mayor parte de la 7ma sesión ordinaria del Honorable Concejo Deliberante y apenas representó una declaración de intenciones de las partes.
El tratamiento del despachado 28 en el Honorable Concejo Deliberante de Necochea se llevó más de la mitad de una sesión de poco más de dos horas esta tarde y resultó en la aprobación por una mayoría de concejales formada por el oficialismo de Nueva Necochea, sus aliados del PRO, Necochea Federal y Participación Justicialista; y el bloque de la UCR.
En el proyecto de resolución, el HCD de Necochea apoyó un pedido del intendente para retomar la presencialidad de las clases, representando una declaración de intenciones que no habilita acciones de ninguna clase más que discursivas: concejales oficialistas y opositores tuvieron la oportunidad de expresarse sobre un tema que ha sido tomado como consigna de campaña del antikirchnerismo en general, como lo es el regreso a las clases presenciales en medio de las restricciones por la pandemia.
Fue el bloque de Nueva Necochea en la voz de su presidente, el concejal Guillermo Sánchez, el que presentó el proyecto a pocas horas de producirse dos eventos en específico que dieron cuenta real del contexto: por un lado la visita de funcionarios y concejales oficialistas a una carpa fugaz que se montó frente a la Comuna para que el oficialismo acompañara el reclamo de presencialidad y, por el otro (y el mismo día), al paso por Necochea del principal cajero del macrismo de Rodríguez Larreta en la provincia de Buenos Aires, José Luis Acevedo y la recepción que el intendente Rojas le dio en su despacho.
"Vamos a solicitar el acompañamiento del resto de las bancadas en un tema que consideramos trascendental, que consideramos fundamental para el desarrollo educativo de toda la vida de los chicos", presentó Sánchez. "Me parece que si bien nos encontramos en Fase 2 y esta fase no permite la presencialidad , hemos visto en los medios nacionales que han habido municipios que en fase dos se han permitido", argumentó sin citar casos específicos que, en rigor de verdad, hasta ahora son desconocidos.
"El intendente está haciendo gestiones para que podamos en nuestro distrito tener clases presenciales porque no es lo mismo Necochea que Fernández, que Santamarina, que Juárez, que Balcarce, que algún pueblo de Córdoba, de Salta o de Usuahia (?)... no es lo mismo", prometió el concejal Sánchez sobre una gestión del Ejecutivo hasta el momento desconocida. A pesar del furcio geográfico (Usuahia no es una provincia), el discurso oficialista desde que comenzó a promover la presencialidad de las clases ha tenido que ver con analizar la pandemia en Necochea por fuera del contexto global, como un caso particular, para justificar su postura díscola con el discurso que venía llevando hasta hace una semana.
"Porque en Santamarina tenemos la escuela cerrada y hay un solo caso, porque en Necochea los chicos que no van a la escuela durante el día desarrollan un sinfin de actividades juntos: deportes, inglés, desarrollo de actividades físicas, en su casa, en la plazoleta, en la vereda, lo vemos a diario... Entonces resulta que no pueden tener las escuelas abiertas para que los chicos no se contagien pero terminan la clase virtual los que pueden y automáticamente hacen una actividad con sus compañeros", indicó Sánchez.
El proyecto tuvo expreso apoyo del oficialismo de Nueva Necochea también por dichos del concejal Marcelo Shawrz, el acompañamiento de Necochea Federal con el concejal Maximiliano Delfino; de la UCR (Graciana Maizzani) y el PRO, representado por la concejal María Eugenia Vallota.
La contradicción electoral
La batería de argumentos del oficialismo municipal para apoyar el retorno a la presencialidad fue refutado desde la oposición y el Frente de Todos argumentó contra el proyecto primero con el concejal massista, Diego López Rodríguez, y luego con la concejal camporista Andrea Cáceres.
Particularmente la concejal Cáceres hizo un extenso recorrido por las medidas de apoyo que el gobierno implementó para asistir a los alumnos y docentes con dificultades para acceder a la virtualidad, aunque reconoció que esos paliativos "seguramente no sean lo mejor, pero es lo mejor en este contexto donde la responsabilidad del gobierno provincial y nacional es cuidarnos a todos y todas". Cáceres además reclamó que la Comuna realice los controles que debe para contener los contagios.
El tratamiento del tema fue tan "serio" que hasta se incorporaron partes al texto durante la propia sesión, dejando al final un proyecto de 7 artículos para iniciar un trámite que sólo consiste en sentar una posición política en el marco de una campaña electoral.
Con más coraje que argumentos, el concejal siguió una línea que se contrapone no sólo con la línea que indican los especialistas que están realizando el análisis de la situación desde una perspectiva sanitaria, sino con la propia línea del municipio, que a lo largo del año y medio de pandemia siguió al pie de la letra las indicaciones del gobierno nacional y provincial y durante este año electoral, decidió inclinar su postura oponiendose a lo que viene sosteniendo.
Esa contradicción entre las medidas sanitarias y las necesidades políticas revela el caracter electoral de las decisiones que está tomando la Comuna, que no acompañó la campaña de vacunación por tratarse de una política bonaerense y nacional (de otro color político), no brinda cobertura médica en el sector CoVID del Hospital local, no realiza los seguimientos de casos activos y personas en aislamiento y ni siquiera aplica controles correspondientes a la fase en la que se encuentra Necochea, pero endilga al gobierno la culpa de los inconvenientes por la restricción de la presencialidad en las aulas
Luego de la sesión de este jueves quedó en claro el posicionamiento político de la gestión de Arturo Rojas, que transitó en 2020 un camino vecinalista que lo alejó en apariencia del macrismo y ahora revela un sentido más acorde a su necesidad electoral, con un slogan de regreso a clases más político que sanitario.
