Playa de Estacionamiento de ACA: ¿El intendente Rojas tiene un "valijero" de dinero en negro de los camiones?

La protesta del sindicato de Fleteros que mantiene paralizada la operatoria de la playa de estacionamiento de camiones de ACA en Puerto Quequén está comenzando a levantar temperatura y está dejando en evidencia la connivencia entre la gestión del intendente Arturo Rojas con un concesionario que fue abiertamente acusado de ser el "valijero" de la gestión, dedicado al movimiento de fondos en negro, según una denuncia pública realizada recientemente por Mario Pereyra, titular del sindicato en protesta.

A través de una entrevista concedida al periodista Alfredo Barros para el portal La Nueva Comuna, Pereyra dio detalles sobre el conflicto en ACA y lanzó duras acusaciones contra el empresario Guillermo Martínez, titular de la playa de estacionamiento ACA y, entre otros negocios en la ciudad, de la concesión de recolección de basura en Necochea y Quequén.

"Es vox pópuli que este muchacho Guillermo Martínez tiene sus cuevas para cambiar los cheques en negro en el centro. Es más es parte de la recolección de basura. Entonces... ¿el intendente desconoce todo esto? Que es un valijero y que está repartiendo todo lo que hacen", lanzó Pereyra mientras hacía referencia a una supuesta connivencia entre el actual intendente Rojas y el empresario. 

Las declaraciones de Pereyra se dieron en el marco del conflicto por el cual los fleteros reclaman a Martínez y al intendente Rojas el cumplimiento de una ordenanza de 1993 que establece los servicios que deben prestarse en la playa de estacionamiento de camiones de ACA, cuyo evidente incumplimiento revela que en el Ejecutivo no hay voluntad política de hacer cumplir las normas vigentes al empresario, quien además tiene estrechos vínculos con el abogado de la municipalidad, Ernesto Povilaitis.

"¿Por qué esta playa de estacionamiento puso solamente tres mingitorios nuevos, tres caños y no hizo absolutamente más nada cuando la ordenanza municipal, la 2700/93 exige que por 40 camioneros, transportistas fleteros en una playa exige un baño y una ducha?", se preguntó Pereyra y explicó que, al ver la situación, pidió reunirse con Martínez para aclarar la cuestión. Según Pereyra, cuando interpeló al empresario éste le respondió: "Yo no voy a hacer más de esto que lo que tengo, que son tres mingitorios, tres baños (que son solo dos porque uno está clausurado) y no sé si tiene 4 o 5 duchas. Y la proveduría no, no la voy a hacer si no colapsa".

Además, Pereyra sostuvo que el empresario le dijo que para los baños habría que esperar 30 días más, sumados a los 60 que ya pasaron desde la protesta de los fleteros que significó además la apertura de un local del sindicato en nuestra ciudad. "Pero no es 'si no colapsa'... Vos tenés una ordenanza municipal que el intendente tendría que estar a favor de nosotros. Clausurarla y cobrarle una multa porque no cumple con la ordenanza muncipal... y me dice en la cara que no va a hacer nada", señaló Pereyra.

Luego del episodio el diálogo se cortó, los fleteros cortaron el acceso de la playa de estacionamiento paralizando todas las mercaderías que opera ACA en Puerto Quequén y desde la Comuna no ha habido mayor reacción, a pesar de haberse puesto de manifiesto el incumplimiento. "Empezamos a mandarle un escrito al municipio que por esto, por esto y por esto que no se ha cumplido después de la medida de fuerza que hemos tomado hace 60 días vamos a tomar una medida de fuerza en ACA. Nadie se hizo cargo. Absolutamente nadie".

Pereyra sostuvo que los fleteros iniciaron una medida de fuerza pero a la vez ofrecieron alternativas al municipio, que se negó aq tomarlas a pesar de los claros beneficios que eso representaría para las arcas municipales. "Le damos la solución al municipio para no tener a todos los transportes ahí afuera en la vera de que pase algo: que vayan todos estos camiones a la mal llamada playa de estacionamiento del Chiquero, cobren ustedes los 1300/1500 pesos que está hoy en día y que descarguen la mercadería".

La reacción de la Comuna a través de la secretaria de Gobierno, Gabriela Góngora fue de una rotunda negativa a la solución propuesta, por lo que Pereyra denunció la connivencia entre el estado municipal y el responsable de la playa de camiones, quien en claro incumplimiento de la norma vigente ni siquiera es apercibido o multado por la municipalidad. "Yo me siento sobre la ordenanza municipal y digo: mis compañeros pagan para entrar y tienen que dar todo este servicio. ¿No hay servicio? Intendente, venga, haga lo que tenga que hacer. Ahora, el intendente, el privado, la asociación, absolutamente todo en conjugación en contra de algo que especificamos que no está pasando. Ya es una cosa de locos".     

Además, Pereyra explicó que los transportistas deben juntar varios tickets en blanco emitidos en la ventanilla de ingreso de la playa de estacionamiento para conseguir luego una factura que les permita discriminar cada uno los impuestos, por lo que en principio los dineros que ingresan por el servicio que no se cumple, aunque fluyen diariamente, están en negro. 

Sobre el intendente, Pereyra destacó que "quizá no le va a gustar mucho hablar con nosotros porque somos peronistas. Pero bueno, acá no se trata de una grieta, estamos pidiendo prestaciones por lo que pago. Inmediatamente tendría que estar la intendencia del lado de nosotros para resolver la situación ya que tienen un puerto, para resolver las situaciones de todas esas mercaderías por las que le entran divisas al país. Nadie se hace cargo".

Es en ese contexto y con la connivencia evidente del Ejecutivo para con el empresario que Pereyra lanzó su acusación sobre el intendente y Martínez, en una relación que de cualquier manera es evidente en otros rasgos que se reflejan diariamente en la ciudad y que conserva además el agravante de dos recientes robos impunes en la playa de camiones municipal El Chiquero, con cifras millonarias que fueron sustraídas sin mayores acciones o comentarios por parte del municipio, que trató de mantener los dos episodios ocultos.

Vínculos estrechos entre Rojas y Martínez

Las acusaciones de Pereyra se enmarcan en lo que representa un verdadero "elefante dentro del salón", que todos tienen a la vista pero que nadie menciona en el distrito: la relación entre la gestión de Arturo Rojas y Martínez (quien además gestiona una mesa de dinero y préstamos en el centro de la ciudad) ya tiene un pasado de estrechos vínculos innegables.

Por ejemplo, el secretario de Legal y Técnica del municipio, Ernesto Povilaitis, nombrado en el cargo apenas asumió Rojas en la Comuna, se ha desempeñado como abogado del grupo empresario de Martínez y actualmente intenta renegociar desde esa posición de "doble vínculo" un nuevo contrato de recolección de basura, en manos de Relisa, una de las empresas del grupo que representa Martínez. Incluso flota en el aire la posibilidad de que la Comuna entregue al concesionario parte de los terrenos del Casino como forma de pago de una deuda por disposición final de residuos que el concesionario no ha cumplido nunca y que, para colmo, está generando un inmenso pasivo ambiental sobre el distrito por el que no hay sanción alguna ni multa a la vista.

No solo eso, Martínez fue ampliamente beneficiado por el lobby de Arturo Rojas cuando estaba al frente del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén para la instalación de una polémica planta de acopio de fertilizantes líquidos y sólidos en sitios 11 y 12 en la margen necochense de la terminal portuaria (Pierdoce). A pesar de las protestas de los vecinos por evidentes incumplimientos en la normativa de protección ambiental, el intendente defendió el proyecto también desde un doble rol de concejal y a la vez presidente del CGPQ.

Seis meses después de inaugurada la terminal, se desplomó toda la línea de carga de uno de los muelles por un grosero error en la construcción de lo que supuestamente (según Rojas) tenía todo en regla. A pesar del evidente riesgo que supuso el accidente para toda la población, el intendente ni siquiera hizo una declaración al respecto y el tema quedó solapado como si nada hubiera pasado.

Así las cosas, la situación en la playa de camiones de ACA está poniendo de manifiesto el manto de protección que impone el ejecutivo a cargo de Arturo Rojas sobre el empresario y sus negocios, activando las sospechas denunciadas por Pereyra. Mientras tanto las mercaderías de ACA se encuentran sin poder operar y desde la Comuna no hay mayores indicadores de querer dar respuestas para que se cumplan las normas que llevan largos años de incumplimiento.