"ESTAMOS MEJOR"
Video: Un quirófano lleno de goteras en el Hospital Municipal
La situación no da para más, pero el intendente ha desplegado semejante operativo de propaganda mediática y control autoritario sobre los empleados (con amenazas y un dispositivo de "coordinadores" que cobran casi exclusivamente por vigilar al personal) que la situación real que atraviesa el hospital municipal Dr Emilio Ferreyra no genera comentarios.
El abandono del hospital es total y al cierre de servicios varios, la mala práxis permanente, la falta de insumos (disimulados con los montajes que hace la dirección sacando viejas cajas de algodón a los pasillos...) y el robo de horas extra a la vista de todos, se suman deterioros edilicios que el intendente no atiende mientras despliega su campaña electoral gastando millones de pesos de dinero público en propagandas vía medios de comunicación y redes sociales.
"Así estamos atendiendo a los pacientes en el quirófano del hospital", indicó un breve mensaje que adjuntaba un video en el que se pueden apreciar grietas en el cieloraso del quirófano del hospital local. Para evitar la inundación en el lugar, alguien puso un grupo de 10 baldes y bidones cortados tratando de evitar que se moje el piso donde los médicos deben operar a los pacientes.
@diario4v Hospital de Necochea completamente abandonado #noticias #hospital #abandonado #salud #necochealamejorplayaargentina @Alfredo Barros ? sonido original - Diario Cuatro Vientos
El abandono del sistema sanitario local es notable: con una sola clínica privada en toda la ciudad, el hospital y los CAPS soportan toda la carga de los vecinos que deben recurrir a estos para tener atención.
En los últimos 4 años la gestión del intendente Arturo Rojas impuso fuertes recortes que restaron no pocos servicios de consultorio al tiempo que acomodó un verdadero ejército de funcionarios para controlar cualquier filtración de información que dejara mal parada a la gestión, como si los vecinos no pudieran ver el desastre con sus propios ojos al acercarse al lugar.
La alarmante situación del hospital tiene su correlato en el de Quequén, donde por ejemplo se cerró el área de Oncología sin mayores explicaciones y la única mejora que recibió fue por una donación de una empresa privada.
Por otro lado en los Centros de Atención Primaria de la Salud la situación es incluso peor: en los últimos años se registraron varios accidentes donde algunos empleados tuvieron que ser asistidos por problemas eléctricos en al menos dos centros diferentes. Además, este verano el CAPS de la Villa Balnearia fue desalojado por falta de pago de los alquileres y la Provincia tuvo que rescatar al municipio acelerando la construcción de un CAPS en calle 71, donde es casi imposible conseguir atención dado que la Comuna no puso el personal suficiente.
Otro caso es el de la sala de atención de Villa Zabala, cuya instalación fue el pago de UATRE a la Comuna por la explotación del camping que gestiona el gremio rural en el Parque Miguel Lillo. A pesar de los carteles y lo vistoso de la instalación, no hay personal que brinde atención y es frecuente encontrarse en el lugar a personal de Guardaparques que se mantiene en el lugar para llamar por radio por si aparece alguien.
Practicamente todas las inversiones que se hicieron en materia de salud en Necochea estuvieron a manos del gobierno nacional y del gobierno provincial: el primero inauguró el centro de salud del Barrio Norte hace poco y el segundo hizo lo mismo en el centro de salud de la Villa Balnearia.
Los ejemplos abundan, aunque la situación se mantiene completamente solapada con pagos exorbitantes a medios de comunicación adictos a la publicidad oficial y con una presión sobre el personal que impuso un régimen de control y miedo del que se mantienen cautivos y con temor a represalias. Mientras tanto, el deterioro del servicio llega a un punto tan ridículo como el silencio generalizado a pesar de lo evidente de la situación.